Meditación de transmisión

La Meditación de Transmisión constituye una poderosa forma de servicio, simple y eficaz. Produce resultados notables para el mundo y estimula la evolución personal de aquellos que la practican.

¿Que es la Meditación de Transmisión?
La meditación es, según el tipo de meditación, un medio más o menos científico de contactar con el alma, y de llegar a unificarse, finalmente, con el alma. Ese es el propósito básico de la meditación de cualquier tipo.

La Meditación de Transmisión es una manera de servir al mundo, es una forma de meditación de grupo que tiene por objeto transmitir energías espirituales . A diferencia de muchas otras formas de meditación, sólo atrae a aquellas personas que tienen un deseo de servir. Este deseo de servir se manifiesta en el individuo sólo cuando esa persona ha logrado un cierto grado de contacto con su propia alma. Esto es así porque es el alma la que desea servir. La naturaleza del alma es servir. Se trata de un acto de servicio, que se efectúa en cooperación con los Maestros de Sabiduría, que son seres que nos preceden en el camino de la evolución. Tienen un grado de evolución espiritual tal, que desde nuestro punto de vista, son seres perfectos. Sirven al Plan de Evolución, y trabajan con grandes flujos de energías que equilibran y dirigen al mundo según sus necesidades. Muchas de estas energías son de origen cósmico y sí se las liberara directamente en el mundo serían demasiado elevadas, y simplemente rebotarían en la mayoría de la humanidad. Los grupos de Meditación de Transmisión actúan como “sub-estaciones”. Los Maestros envían estas energías espirituales a través de los chakras de los individuos de los grupos. Esto automáticamente transforma las energías, haciéndolas más asequibles, más útiles para la humanidad. Los Maestros dirigen entonces las energías al lugar del mundo donde sean necesarias.

La Meditación de Transmisión es una forma de servir al mundo. La primera respuesta del contacto con el alma (tanto si se tiene en cuenta como si no) es un deseo de servir al mundo de alguna forma. La Meditación de Transmisión proporciona una forma sencilla y fácil de servicio muy poderoso al mundo que a la vez es un método extremadamente potente y rápido de crecimiento personal. Este resultado personal evolutivo es un efecto secundario del proceso de Meditación de Transmisión.

La Meditación de Transmisión es segura, científica, no confesional y extremadamente potente. No interferirá con ninguna otra práctica religiosa o espiritual. De hecho, mejorará vuestra meditación personal o cualquier otra actividad de servicio en la cual estéis dedicados. Muchas personas descubren que pueden experimentar y demostrar amor con más facilidad. Otras personas afirman que su mente está más estimulada y es más creativa. Algunas personas reciben curación, espontáneamente, durante las transmisiones.

¿ Cómo hacer meditación de transmisión?
Hay varios cientos de grupos de Transmisión en todo el mundo y se reúnen regularmente a una hora y día determinados, que sean convenientes para cada grupo en particular. Esto puede suceder una, dos o tres veces por semana. Uno puede unirse a un grupo existente en su zona o formar su propio grupo sencillamente invitando a unos pocos amigos interesados para reunirse al menos una vez a la semana. Todo lo que se necesita es la intención de hacerlo y el deseo de servir. No hay ningún dinero involucrado en esta actividad. Un grupo puede comenzar con un mínimo de tres personas. Una vez que se establece una rutina, a menudo se convierte en un punto focal especial e importante en la vida de cada individuo

Al principio de cada transmisión, los participantes dicen, en voz alta, la Gran Invocación, que se dio a conocer al mundo en 1945 por Maitreya para darnos una técnica para invocar a las energías que transformarían el mundo y prepararlo para su venida. Se recita conjuntamente manteniendo la atención en el centro ajna ( entre las cejas), lo que permite crear automáticamente un canal entre el grupo y los Maestros. A través de ese conducto los Maestros envían sus energías.

No se requiere una pericia especial en meditación con el fin de transmitir energía. Todo lo que se necesita es el alineamiento entre el cerebro físico y el Alma, o Ser Superior. Esto se consigue enfocando la atención en el centro ajna, el punto en el entrecejo, y pensando simultáneamente el mantram OM, silenciosamente, internamente. Durante la transmisión procure mantener la atención allí. Si se desvía la atención, suavemente piense OM internamente, mentalmente, y vuelva a enfocarse en ese centro. No medite en el OM -- sólo utilícelo para recuperar la atención. El propósito de los grupos de transmisión no es `traer a tierra' energía; por lo tanto, el OM se expresa silenciosamente para enviar las energías al plano mental. Todo lo que se requiere de nosotros es que mantengamos este alineamiento: la Jerarquía hace el trabajo. La sencillez es la tónica.

Al principio pueden querer establecer una duración específica para la transmisión, por ejemplo una hora. Pero una vez que el grupo está establecido, se recomienda que la transmisión continúe hasta que la corriente de energía cese. En este último caso, los miembros deberán sentirse libres para dejarlo cuando lo deseen, tratando de no molestar a los que se queden. El reunirse en el plano físico añade un factor de potenciación al trabajo que es mayor que el que puede ser logrado por los individuos unidos mentalmente. Por tanto, la asistencia física es importante. Sin embargo, nadie debe ser forzado a asistir regularmente o a permanecer durante un tiempo determinado. Cada persona debe ser libre de establecer su propio compromiso.

La regularidad es importante. El grupo deberá escoger un(os) día(s) y una hora y persistir en ello. Esto capacita a la Jerarquía para saber que puede contar con un grupo disponible a una hora establecida, y la energía del grupo puede ser integrada en el trabajo total. Una vez está establecido un hábito, la meditación se convierte en un punto de enfoque importante en la vida de cada miembro.

La técnica utilizada es muy sencilla y es aplicable a cualquier persona mayor de 12 años. Todo lo que se necesita es mantener la atención en el centro ajna. Uno puede encontrar, sin embargo, que la atención deambula desde este centro. Cuando uno se da cuenta de que esto sucede, se entona, internamente, el mantram OM, se piensa OM, y la atención de uno regresará automáticamente al centro ajna. Mantener la atención allí produce un alineamiento entre el cerebro físico y el alma. Las energías son enviadas desde el nivel en el cual los Maestros trabajan habitualmente: el nivel del alma (el nivel búdhico, para ser precisos). Mientras se mantega el alineamiento, la Transmisión tendrá lugar.

Los Maestros dirigen las energías desde los planos espirituales a través de los chakras (centros de energía) de los miembros del grupo -- hasta los planos mentales donde se hacen más accesibles a la humanidad. El grupo sirve, literalmente, como un `punto de entrada' para que las energías lleguen a la humanidad y estimulen el progreso humano. Estas energías están condicionadas por las mentes enfocadas de los Maestros que están enviándolas, y que saben dónde son más necesarias, y en qué preciso equilibrio y potencia para lograr los efectos deseados. El grupo no debe enviarlas hacia ninguna persona, grupo o país al que piensen que puedan beneficiar. Es suficiente que actuemos como canales mentales positivos y equilibrados, por medio de los cuales las energías puedan ser enviadas de una forma altamente científica.

Es completamente segura porque está en manos de los Maestros, los Maestros científicos del planeta. Es poderosa, segura y científica porque el trabajo real, el trabajo principal, lo realizan los Maestros mismos para vosotros. Todo lo que se nos pide que hagamos en una Meditación de Transmisión es mantener nuestra atención en el centro ajna en el entrecejo. Eso es todo.

Un “invernadero” espiritual
En la Meditación de Transmisión los chakras son estimulados de una manera que de otro modo sería totalmente imposible. En un año de Meditación de Transmisión constante e intensa, uno puede realizar el mismo avance que en 10 o 15 años de meditación personal. Es un invernadero, un proceso forzado.

Un grupo de transmisión no es un lugar para buscar guía individual, canalización de mensajes, contacto con los planos o guías astrales, etc. Es simplemente ofreciéndose uno mismo en servicio al mundo. Aunque, como consecuencia de este ofrecimiento altruista, el propio desarrollo espiritual se incrementa.

No es posible trabajar así, que las energías pasen a través de los chakras, sin que los chakras mismos sean estimulados, galvanizados y transformados. Los Maestros miden el punto de evolución de cualquier discípulo individual por la cualidad de luz que emana de los chakras. Las personas hablan de auras: auras brillantes y auras apagadas, auras amplias y estrechas. Las auras son realmente la síntesis de todas las energías que emanan a través, dentro y fuera, de los chakras en la columna vertebral. Cuanto más activos y más estimulados estén estos chakras, mayor será la radiación, más amplia y brillante será el aura. Esto indica el grado del discípulo.

Este trabajo conduce a cambios muy profundos en el individuo. La mayoría de las personas, en seis meses o un año, se dan cuenta de los cambios en ellos mismos, reconocen que se están convirtiendo en una persona diferente y mejor. Las personas descubren que pueden demostrar amor más fácilmente. Descubren que sus mentes están más estimuladas y creativas. Pueden descubrir que tienen más disciplina, más determinación, más constancia en su enfoque en el trabajo. La gente ve que los miembros de su grupo se vuelven más radiantes, más suaves, más amorosos, en otras palabras, más espirituales. Un gran número de personas reciben curación, espontáneamente, durante la Transmisión.

No existe un servicio más potente que uno pueda dar fácilmente, con tan poco esfuerzo, al mundo. Tampoco se puede encontrar una técnica de crecimiento personal tan potente, de tanto alcance, con tan poco esfuerzo.

La unidad básica para el trabajo de transmisión de energía es un triángulo de tres personas. La suma de otra persona a este grupo básico incrementa el número de posibles triángulos a cuatro. Si se unen dos personas más, haciendo un grupo de cinco, hay ahora diez triángulos. Si uno de ellos trae a un amigo, habrá veinte triángulos. Siete personas hacen treinta y cinco triángulos. Ocho personas hacen cincuenta y seis triángulos; nueve personas, ochenta y cuatro; diez personas, ¡ciento veinte triángulos!, y así sucesivamente en progresión geométrica.

Cuantas más personas haya en el grupo más espectacular es el incremento en triángulos por la suma de una persona. Cuanto más amplio sea el grupo, mayor diferencia establece una persona -- ¡ya sea con su presencia o con su ausencia!

LA GRAN INVOCACIÓN

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres;
El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.

La Gran invocación es una plegaria mundial traducida a más de 75 idiomas y dialectos. Es un instrumento de poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra. Emplearla es un acto de servicio a la Humanidad y al Cristo.

Expresa ciertas verdades esenciales que todos los hombres aceptan innata y normalmente:

1. Que existe una inteligencia básica a quien damos el nombre de Dios.
2. Que existe un Plan Divino evolutivo en el universo cuyo poder motivador es el amor.
3. Que una gran individualidad llamada el Cristo por los cristianos -el Instructor del Mundo- vino a la Tierra y personificó ese amor para que pudiéramos comprender que el amor y la inteligencia son efectos del propósito, la voluntad y el Plan de Dios. Muchas religiones creen en un Instructor Mundial, conocido con nombres tales como el Señor Maitreya, el Iman Mahdi y el Mesías.
4. Que únicamente a través de la humanidad puede llevarse a cabo el Plan Divino.

Por medio de la meditación, la plegaria y la invocación, las divinas energías pueden ser liberadas y llevadas a la actividad. Los hombres y mujeres de buena voluntad de muchos credos y naciones pueden unirse en un servicio mundial trayendo valor y fuerzas espirituales a un mundo atribulado. Tienen el poder de afectar los acontecimientos mundiales a través de la invocación enfocada y unida. El conocimiento de este hecho, científicamente aplicado, puede ser uno de los grandes factores liberadores de la humanidad.
Nadie puede emplear esta invocación o plegaria para evocar iluminación y amor sin causar poderosos cambios en su propia vida, actitudes y propósitos. "Como un hombre piensa en su corazón así es él".

La pronunciación de la Gran Invocación acrecienta notablemente su potencia cuando se apoya en la visualización:

Cuando se pronuncia la primera línea “Desde el punto de Luz en la Mente de Dios, Que afluya luz a las mentes de los hombres”, visualizad (o pensar si no podéis visualizar) al Buddha, la Personificación de la Luz o Sabiduría del planeta. Visualizarle en la postura del Loto, la túnica de color azafrán sobre un hombro, la mano alzada bendiciendo, y ved emanando del centro cardíaco, del centro ajna (en el entrecejo), y de la mano alzada del Buddha, una brillante luz dorada. Ved esta luz entrar en las mentes de los hombres en todas partes.

Cuando se pronuncia la línea “Que la Luz descienda a la Tierra”, visualizad el Sol, el Sol físico y ved emanando de él rayos de luz blanca. Ved esta luz entrar y saturar la Tierra.

Cuando pronunciéis “Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios, Que afluya amor a los corazones de los hombres”, visualizad al Cristo (La Personificación del Amor) como vosotros le veáis. Una buena forma es verle de pie a la cabeza de una mesa en forma de Y invertida, con cada brazo de la misma longitud. Vedle de pie, los brazos alzados y bendiciendo y ved emanando del centro cardíaco y de las manos alzadas del Cristo, una luz brillante coloreada de rosa (no roja). Visualizad esa luz entrando en el corazón de todos los hombres.

Cuando pronunciéis la línea “Que Cristo retorne a la Tierra”, recordar que se refiere a la Jerarquía como a un todo y no solo al Cristo. Él es el centro cardíaco de la Jerarquía, y aunque Él está ahora entre nosotros, el resto de la Jerarquía (esa parte de ella que se exteriorizará lentamente a lo largo de los años) todavía necesita ser invocada, así el conducto magnético para Su descenso debe ser mantenido.

Cuando pronunciéis Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida, Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres; El propósito que los Maestros conocen y sirven, que es Shamballa, visualizad una gran esfera de luz blanca. Podéis hacerlo, mentalmente, situándola en el desierto de Gobi, donde realmente está, en los planos superiores de los cuatro planos etéricos. Visualizad rayos de luz fluyendo de esta brillante esfera, penetrando en el mundo, impulsando a la humanidad hacia la acción espiritual.

La cuarta estrofa no tiene ninguna visualización porque no se relaciona con una fuente de energía sino con su efecto en el mundo. (permanecer centrados en ajna, en el entrecejo).

Cuando pronunciéis la frase final “Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra”, haced una visualización rápida según lo expuesto.

Inmediatamente establecer el punto permanente de concentración el ajna y dejar que las energías sigan su curso.

Grupos de Transmisión en todo el mundo
Si descubrís que la Meditación de Transmisión es para vosotros, entonces tenéis un modo de servicio que os servirá hasta el fin de vuestra vida y durante todas vuestras vidas futuras. Existen numerosos grupos de meditación en muchas partes del mundo, abiertos a quién desee practicar esta meditación.

Para más información sobre meditación de transmisión, consultar la página Web de Share Internacional http://www.share-es.org, en la que también está disponible el libro de “Transmisión. Una Meditación para la Nueva Era” de Benjamín Creme.
Para información sobre grupos existentes en su zona, contacte a través de la siguiente dirección de correo electrónico: shareed@share-es.org (Si usted reside en EEUU, Puerto Rico o Canadá, contacte con la siguiente dirección email: share-internacional-espanol@share-international.us)