La Constitución del ser humano

Explicada para mentes occidentales

Por José Miguel Andrade Arangüena

ÍNDICE

Prólogo necesario
1. Introducción. Esquema general
2. Cuerpo físico denso
3. Cuerpo físico etérico
4. Cuerpo astral o emocional
5. Cuerpo mental inferior
6. Cuerpo mental superior
7. Personalidad
8. Alma. Cuerpo causal o egoico
9. Cuidado de los cuerpos
10. Cualidades del alma
11. Breve introducción a la ciencia de los rayos de la psicologia esotérica
12. Vehículos superiores. Eterna evolución
Anexo I. Esquema de la constitucion del hombre
Anexo II. Plano físico cósmico
Bibliografía

PROLOGO NECESARIO

La Constitución del Ser humano sigue siendo uno de los grandes misterios por resolver para la mayor parte de la humanidad. Nuestra moderna ciencia trata de descubrir todo aquello que pueda ser medible o demostrable y niega o cuestiona cualquier hipótesis que no sea verificada con sus limitados recursos de medida. Por ello no es de extrañar que, en lo que al hombre concierne, se centre en el estudio del cuerpo físico, haciendo de la exploración del cerebro su mayor desafío, y así también resulta lógico que hoy día, a pesar de que somos capaces de grandes avances en otros campos, se sigan sin conocer las bases de los principios elementales de la mente en los que reside la llave de la puerta a la verdadera sabiduría del hombre. La propia psicología oficial se debate de teoría en teoría perfeccionando el conocimiento de los aspectos mas superficiales de la personalidad, pero con problemas incluso para aceptar la evidencia determinante de la energía y apuntar sus investigaciones hacia la esencia del ser humano.

Desde muchos de los llamados grupos esotéricos o de la nueva era, se lanzan también múltiples explicaciones, a menudo contradictorias y cargadas de complejidad, fomentando en muchos casos la confusión ya creada desde las visiones religiosas basadas en dogmas de fe.

Este texto pretende ser una introducción y orientación, breve y directa, hacia los principios milenarios que han comprendido la esencia del ser humano expresados en un lenguaje que pueda ser entendido por una mente occidental media, entendiendo por mente occidental la forma habitual de pensar y captar el mundo de la moderna mente analítica, que aparece ya en cualquier lugar del planeta, que ha desarrollado el hábito de razonar en exceso, y que muy a menudo esta limitada por múltiples influencias culturales saturadas de mensajes audiovisuales, y que no obstante también esta mas abierta que nunca a descubrir el sentido de la vida.

La redacción de palabras y frases se ha tratado de descargar de conceptos y frases místicas o de contenidos misteriosos, con objeto de evitar divagaciones e imaginaciones innecesarias. Plantea lo que es el hombre de forma básica y general pero con la concreción suficiente para que pueda convertirse en un manual práctico de introducción al conocimiento de sí mismo. Esta escrito para que pueda ser comprendido por cualquier persona que se esfuerce por captar sus principios, sin necesidad de tener ningún grado extraño de realización espiritual, y sobre la premisa de sintetizar conceptos con la mayor sencillez posible y adaptarlos al modo de pensar occidental. Ello presenta la ventaja de poder situarse a un nivel cercano al lector que puede captar el contenido sin ningún conocimiento o formación especial. Es un texto breve que pretende aclarar principios y conceptos básicos, dejando abierto y despejado el campo de estudio de aquel que aspire a seguir aprendiendo.

Se plantea una “hipótesis de verdadera ciencia”, que ni acepta ni niega y que se revela cuando es experimentada y aplicada en el campo de la vida diaria del hombre: el mas auténtico escenario de investigación al que todos tenemos acceso. La fuente principal de información proviene de los llamados principios de la “Sabiduría Eterna”, un antiguo conjunto de enseñanzas espirituales que subyacen a todas las religiones del mundo, y a todos los logros científicos, sociales y culturales, y que fueron accesibles por primera vez al público en general a través de los libros escritos a finales del siglo XIX por Helena Petrovna Blavastsky, y en siglo XX por Alice A. Bailey, Helena Roerich y en la actualidad por Benjamín Creme. La mayor parte de información esta recogida de los libros escritos por Alice A. Bailey de los que se afirma que han sido dictados por un maestro conocido como Djwhal Khul “El tibetano”, de cuyos textos incluso se han extraído frases completas. En todo momento se ha intentado no confundir ni tergiversar las enseñanzas o añadir creaciones de la personalidad y se ha evitado tratar temas sobrenaturales y poco comunes que sólo sirven para el deleite de un apetito mental malsano. El hecho de atiborrar la mente con detalles sobre lo oculto no tiene un propósito útil y sólo sirve para forzar las células cerebrales y nutrir el orgullo.

Una adecuada compresión de la “Constitución del Ser Humano” es la forma mas segura de discriminar entre los muchos libros o páginas de Internet que pueden llegar a nuestras manos. La esencia de las cosas verdaderas tiene un ritmo, una lógica y una sencillez que no se puede falsear y es fácilmente detectable para una mente coherente con principios bien asentados.

La forma mas inteligente de adentrarse en el estudio de estas líneas es a través de la orientación de una mente abierta, libre de juicios preliminares y de filtros emocionales o de pensamiento, para ser capaz de entender el conjunto del mapa humano que se expone, dejando que la mejor guía sea el sentido común y la sencillez de la intuición. Se aconseja una primera lectura de orientación general para pasar después a una segunda o tercera lectura que fije y ordene los conceptos.

Corresponde a cada cual aceptar o no lo expuesto, o tratar o no de comprobar su validez. Nadie tiene el derecho a decirte que pensar.

1. INTRODUCCION. ESQUEMA GENERAL

El hombre es una entidad viviente, un consciente “hijo de Dios”, un alma, que ocupa un cuerpo animal. El ser humano es un todo sintético, una unidad y totalidad, que puede entenderse a través de la manifestación de tres aspectos de la energía, a través de una trinidad : Espíritu- Alma- Cuerpo, que puede expresarse con otros muchos nombres pero con el mismo significado:

Espíritu
Vida
Mónada
Yo Soy
Espíritu
Mónada
Vida
Espíritu
Ser

Alma
Cualidad
Alma
Cristo Interno
Coincidencia
Alma
Conciencia
Ego
Alma

Cuerpo
Apariencia
Cuerpo
Personalidad
Sustancia
Personalidad
Forma
Personalidad
Personalidad

Algunas de estas palabras han sido empleadas con contenidos erróneos y a menudo contradictorios. Lo importante no son los nombres sino lo que representan. En este texto vamos a denominar a esta trinidad como Ser, alma, y Personalidad.

El Ser es la esencia última del hombre, el principio que lo une al universo, el origen de la existencia. Se manifiesta a través del alma y esta en nuestro destino evolutivo llegar a realizarlo. Hasta no llegar a tener contacto con el alma, y comprender la relación entre alma y personalidad, la consideración del Ser no tiene sentido práctico, por ello no es objeto de este estudio, aunque no debe olvidarse que la esencia humana esta mas allá del alma y la personalidad.

El alma es la luz que impulsa la vida en el hombre, la conciencia interna que lo dirige hacia la evolución, y que espera con paciencia hasta que la personalidad disponga de una integración suficiente para empezar a recoger sus impulsos. Se dice que reside en el llamado cuerpo causal y que permanece durante todas las vidas en las que el hombre vuelve una y otra vez a la encarnación creando nuevos vehículos en su personalidad que cambian cada vida. Es a la luz del alma donde la vida se reorienta y cobra sentido, donde se adquiere la libertad de conocer y usar los vehículos de la personalidad, y es siguiendo esa dirección y ese enfoque como se va revelando el alma y como se llega a comprender con mayor claridad la constitución del hombre.

La palabra alma no pertenece a ninguna religión o creencia, su origen se pierde en el pasado remoto de la humanidad. Es una palabra cuyo sentido no debe llevar a confusión al relacionarla con los errores de las personalidades mas intolerantes de muchas religiones y creencias. Podría ser sustituida por otra con un significado semejante, aunque es mas simple y mas útil vaciarla de contenidos equivocados y usarla debidamente.

La personalidad es el medio de expresión del alma en el plano físico de manifestación. La personalidad es el conjunto de vehículos que utiliza el hombre en cada vida para manifestarse en el plano físico y se compone de cuerpo físico, cuerpo emocional o astral y cuerpo mental.

El Cuerpo físico tiene dos partes íntimamente unidas, el cuerpo físico denso y el cuerpo etérico o energético.

El cuerpo físico denso es el nivel mas inferior de la objetividad, y es el mejor conocido por la ciencia. Es la suma total de los organismos que le componen.

El cuerpo etérico es el molde energético y la réplica exacta del cuerpo físico denso, el receptor y distribuidor de las energías a través de canales y centros energéticos, que vitaliza y energetizan al cuerpo físico denso.

El Cuerpo emocional o astral es el centro de los sentidos, deseos y sensaciones que dan forma a las emociones que domina la vida de la mayoría de los hombres. Compenetra el cuerpo físico y se extiende a su alrededor, invisible y aparentemente insustancial, se percibe a través de las sensaciones.

El Cuerpo mental se compone de cuerpo mental inferior y cuerpo mental superior. El cuerpo mental inferior es la mente concreta, el centro del razonamiento lógico del pensamiento cerebral lineal. El cuerpo mental superior es la mente abstracta, donde reside la intuición que desarrolla la sensibilidad de la respuesta al alma.

En el Anexo I, se recoge un esquema orientativo de la constitución del ser humano, que podrá ser entendido a medida que desarrollemos este texto.

Nos detendremos primero en la descripción de los vehículos de la personalidad y en las características del alma, para después presentar una serie de orientaciones prácticas para actuar en la vida diaria y desarrollar la actitud mas favorable hacia el uso correcto de los vehículos y la integración de la personalidad como base a una creciente expresión de las cualidades del alma. Finalizaremos con una breve introducción a la ciencia de los rayos de la psicología esotérica, y una referencia al camino de evolución superior.

2. CUERPO FISICO DENSO

Se ubica en el nivel mas denso de la objetividad, es el cuerpo en el que mas predomina la materia sobre la luz y es también el que mejor se conoce por la ciencia.

El cuerpo físico denso es la suma total de todos los organismos que lo componen. La base de su estructura es la misma que para todo ser vivo: átomos que se agrupan en moléculas, que a su vez componen las células dotadas ya de una cierta entidad propia. Esas células agrupadas y coordinadas en un patrón de crecimiento determinado genéticamente son la base de los huesos, músculos, tejidos y órganos que, distribuidos en distintos sistemas con funciones propias e interrelacionadas unas con otras, crean un universo de vida cuya expresión sigue fascinando a todo aquel que lo investiga.

Como en todo universo existe en el cuerpo físico una jerarquía entre sus miembros siendo el cerebro la expresión máxima de sofisticación y complejidad al dirigir a todos los sistemas cursando sus mensajes a través del impulso por el sistema nervioso y de las hormonas en la corriente sanguínea. Es el cerebro el que responde a los siete sentidos, cinco ya bien conocidos que son canales directos para la percepción del mundo externo: oído, tacto, vista, gusto y olfato, y otros dos más con mucho campo aún por desarrollar: el sexto sentido, la mente, el sentido común; y el séptimo sentido, la intuición, el sentido sintético.

No nos detendremos en la descripción del cuerpo físico, lo que puede encontrarse en muchos libros y manuales de medicina, y existe también un amplio conocimiento general.

Pero si es oportuno señalar que el cuerpo físico no es un principio, es receptor de efectos y no es la causa de los mismos como habitualmente se cree. Principio es aquello que encarna algún aspecto de la verdad en que esta basado nuestro sistema. El cuerpo físico permanece siendo constantemente aquello sobre lo cual se trabaja y no lo que posee una influencia innata propia. Es el receptor y no lo que inicia la actividad.

La raíz de muchas enfermedades proviene de lo que se sucede en otros cuerpos en su mayor parte debido a incorrectas condiciones etéricas y astrales. La enfermedad es el resultado de la inhibición de la vida del alma, se expresa en distinta medida en todos los cuerpos siendo el cuerpo físico denso su receptor final.

El funcionamiento interno del cuerpo físico es prácticamente automático, lo que es un gran logro evolutivo del hombre que ha llegado a su dominio y a relegarlo por debajo del nivel de la conciencia, y por ello no es natural dirigir la atención al cuerpo que sólo hace sentir su presencia cuando algo anda mal o desea satisfacer uno de sus apetitos.

3. CUERPO FISICO ETERICO

El cuerpo etérico es el molde del cuerpo físico, es la replica exacta de su contraparte mas densa. Cada vez es mas frecuente su estudio por parte de investigadores y científicos, aunque sus principios son ya bien conocidos y comprobados día a día desde hace miles de años por diversas culturas, como la medicina tradicional China y Japonesa.

El cuerpo etérico tiene forma ovoide y sólo es visible para muy pocas personas que tienen la poco habitual capacidad de ver el aura humana, a los que se conoce como videntes.

El cuerpo etérico es el receptor y distribuidor de energías, es esencialmente un transmisor y no un originador. Es el receptor y el vehículo del prana en el hombre. El prana es la esencia de energía que nos llega del Sol y del propio planeta. Es un fluido vital y magnético que da vida a todas las formas manifestadas que en definitiva no son mas que formas de energía.

El cuerpo etérico vitaliza y energetiza al cuerpo físico y así lo integra al cuerpo de energía de la tierra y del sistema solar. El cuerpo etérico almacena los rayos de luz y calor irradiante que extrae del Sol y lo transmite al cuerpo físico a través del bazo. A través del cuerpo etérico fluyen todas las energías, ya emanen del alma, del sol, o de un planeta.

El cuerpo etérico esta bajo el umbral de la conciencia. Los seres humanos son inconscientes del paso de las fuerzas a través de este vehículo, sólo se capta una mayor o menor vitalidad.

El cuerpo etérico esta compuesto de corrientes de fuerzas que se distribuyen por una red de infinitesimal de pequeños hilos de energía, llamados nadis, conductores de la cualidad de la energía, que subyacen a cada parte del sistema nervioso y compenetran todas las partes del cuerpo físico, y en él existen centros vitales vinculados entre sí por líneas de fuerza y con el sistema nervioso del cuerpo físico. A través de estas líneas de fuerza está conectado también con el cuerpo etérico del sistema ambiental.

La red energética de nadis se distribuye en una trama de finos canales entrelazados que siguen determinadas direcciones creando conjuntos llamados meridianos, que en determinados puntos se entrecruzan y constituyen centros de energía

Esta trama etérica es un complicado tejido energético vitalizado que sigue siendo materia física.

Existen centros de energía con distinta importancia por su papel en la distribución de energías. Hay 7 centros principales de energía que existen únicamente en materia etérica en la denominada aura etérica. Se encuentran a unas tres pulgadas (unos 7,5 cm) detrás de los lugares donde se les ubica generalmente, sobre la columna vertebral y a lo largo de ella totalmente fuera del cuerpo físico denso. Estos centros vitales están vinculados entre sí por líneas de fuerza y con el sistema nervioso, con las glándulas del sistema endocrino y a través de ellas con la sangre, y con el cuerpo etérico del sistema ambiental.

Las glándulas endocrinas producen la secreción de hormonas a la corriente sanguínea en respuesta a la energía que afluye desde el cuerpo etérico. El sistema endocrino y las siete glándulas principales, son exteriorizaciones efectivas de los siete centros principales.

Los siete centros controlan así definidas zonas del cuerpo a través de: nadis, nervios, sistema endocrino y la corriente sanguínea.

La relación entre los 7 centros principales de energía, la trama etérica y las glándulas endocrinas es la siguiente:

Existen otros 21 centros menores cuya ubicación en relación con el cuerpo físico denso es la siguiente

1. Dos delante de las orejas, cerca del lugar donde se unen los huesos de la mandíbula.

2. Dos justamente arriba de los senos.

3. Uno en el esternón, cerca de la glándula tiroides. Éste, juntamente con los dos centros de los senos, forman un triángulo de fuerza.

4. Uno en cada palma de las manos.

5. Uno en cada planta de los pies.

6. Dos exactamente detrás de los ojos.

7. Dos también vinculados a las gónadas.

8. Uno cerca del hígado.

9. Uno vinculado con el estómago, por lo tanto, está relacionado con el plexo solar, pero no es igual a él.

10. Dos vinculados con el bazo. En realidad constituyen un solo centro, formado por la superposición de ambos.

11. Uno detrás de cada rodilla.

12. Un poderoso centro íntimamente vinculado con el nervio vago. Éste es muy potente y algunas escuelas de ocultismo lo consideran como un centro mayor; no está en la columna vertebral sino cerca de la glándula timo.

13. Uno cerca del plexo solar, y se relaciona con el centro en la base de la columna vertebral, formando así un triángulo entre el centro sacro, el plexo solar y el centro de la base de la columna.

Los dos triángulos mencionados en esta clasificación son muy importantes. Uno está arriba y el otro debajo del diafragma.

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Los cinco centros ubicados en la columna vertebral y los tres centros de la cabeza, y los menores, no están dentro del cuerpo físico, sino en ciertos lugares característicos de la sustancia etérica paralelamente al cuerpo físico.

Los puntos receptores del prana se sitúan entre los omoplatos, arriba del diafragma, y en el bazo.

Los siete centros principales de energía mantienen cada uno una relación con un tipo de energía, que cuando llega al centro vibra si dicho centro está activo. Los cinco estados en los que pueden encontrarse los centros son: cerrado, abierto, activo, radiante, y un estado general avanzado en el que están todos fusionados y actuando rítmicamente entre sí.

De acuerdo al grado de evolución así será la zona que abarcará el cuerpo etérico más allá de la parte externa del cuerpo físico (Puede extenderse a pocas o muchas pulgadas). El cuerpo es de naturaleza sustancial, pero el aura es esencialmente irradiante y se extiende en todas direcciones desde el vehículo sustancial.

El aura es un campo de vida magnética que nos envuelve completamente, es la suma total de las fuerzas atractivas en el campo de la actividad individual. Por medio del aura los efectos individuales se hacen sentir en el medio ambiente del ser humano. El aura es la cualidad de una esfera de actividad radiatoria, es un estado de conciencia, que al crecer en expansión de conciencia crece en tamaño.

Las funciones principales del cuerpo etérico son:

- Unificar y vincular la suma total de las formas, átomos, células, órganos…

- Dar a toda forma su cualidad específica.

- Es principio de integración y la fuerza cohesiva de la manifestación en sentido físico.

Las tres funciones principales de los centros energéticos son:

- Vitalizar el cuerpo físico.

- Desarrollar la autoconciencia en el ser humano.

- Transmitir la energía espiritual e impulsar al ser humano a un estado de existencia espiritual.

El cuerpo etérico es fundamentalmente el mecanismo de respuesta más importante que el ser humano posee produciendo el correcto funcionamiento de los cinco sentidos y la capacidad de registrar mundos sutiles, y cuando esta energetizado y controlado por el alma, los reinos espirituales se abren ampliamente.

El cuerpo etérico es transmisor de la energía del alma y de la fuerza de la personalidad

4. CUERPO ASTRAL O EMOCIONAL

El cuerpo astral o emocional es el vehículo de expresión para la mayor parte de la humanidad. Compenetra el cuerpo físico y se extiende a su alrededor en todas direcciones como una nube de colores, que varía según la naturaleza del hombre. Es visible y perceptible para los videntes aunque la mayoría de ellos lo registran a través de su propio cuerpo astral. El cuerpo astral es el centro de los sentidos, los deseos y las sensaciones. La emoción es el resultado de la reacción entre pensamiento y sensación.

El plano astral donde vive del cuerpo astral y del que recoge su materia, es ilusorio, no existe más allá de tiempo y espacio. Este plano está formado por la totalidad de las emociones de toda la humanidad. Es opaco, no luminoso, a diferencia del plano etérico que si es luminoso. El plano astral es el plano del espejismo, de la realidad distorsionada. La ley del plano astral es la ley de atracción-repulsión, es el campo de batalla de los pares de opuestos. Su símbolo es el mar: mar en calma o tranquilo, o fuera de control.

El plano astral esta moldeado por los pensamientos, y se extiende a través de siete niveles, desde lo más grosero a lo más delicado. Es el plano de los sueños que según en que nivel se desarrollen serán también vastos, o refinados de apariencia espiritual.

El cuerpo astral es el vehículo de experiencia para la mayoría, que pasa gran parte de su vida consciente registrando las reacciones de dicho cuerpo a través de emociones impulsadas por pensamientos del cuerpo mental inferior. Se precisa del cuerpo mental superior para comprender las energías que pasan por el cuerpo astral.

El cuerpo astral reacciona emocionalmente y también sensoriamente, a veces sin reacción emocional, pero se registra. Es en este cuerpo donde se dirige la atención, donde se polariza la mayor parte de la humanidad. La polarización astral supone dejarse llevar por deseos, caprichos y sentimientos, ser arrastrado por energías no controladas y fuerzas emocionales mal dirigidas. El paso evolutivo que debe dar la humanidad es pasar de una polarización físico-astral a una polarización etérico-mental, aprendiendo a distinguir entre cuerpo astral o mental y lo que de ellos emana, para disminuir la influencia del cuerpo astral y acrecentar la influencia del cuerpo mental.

Nos permitimos sufrir innecesariamente porque nos tomamos el plano astral como algo real. Nos tomamos nuestro condicionamiento como una condición normal.

Las emociones y los estados emocionales son muy contagiosas. Se alimentan de nuestra atención cuando nos identificamos con ellas, cuando creemos ser ellas, y esa actitud las refuerza y las hace intentar mantener su dominio una y otra vez. Son el efecto de nuestro deseo y a la vez la causa de sus nuevas manifestaciones.

Las manifestaciones más comunes del cuerpo astral son :

1. Temor.

2. Depresión o su polo opuesto regocijo.

3. Deseo de satisfacer apetitos animales.

4. Deseo de felicidad.

5. Deseo de liberación. Aspiración.

La emoción es una fantasía que teje a su alrededor una mantón de espejismo. Cada emoción crea un estado que nos lleva a una determinada distorsión de la realidad. Así por ejemplo, el pesimismo es una injusta valoración de la cualidad humana, la desesperación es una percepción incorrecta y no discernidora de la realidad en relación con el tiempo, la depresión es un profundo desajuste en el sentido de la proporción.

Las consecuencias de vivir dominado por las emociones son muy nocivas: se consume una gran cantidad de energía que debilita los cuerpos y desvitaliza el organismo, se produce un excesivo desarrollo de la mente concreta que acompaña a menudo a las emociones, dando razón y justificando su presencia. La desarmonía, el descontrol del cuerpo astral es la fuente de un buen número de enfermedades.

El cuerpo emocional es un gran reflector y su misión evolutiva es que sea claro, incoloro, tranquilo, reflejo del alma y no de la personalidad.

5. CUERPO MENTAL INFERIOR

El cuerpo mental inferior o mente concreta habita en los cuatro planos inferiores de los siete planos mentales. Es el cuerpo que encarna la inteligencia terrestre.

La mente inferior es la que crea el pensamiento lineal, es la herramienta con la que se piensa, se razona, se analiza. Es un cuerpo bien conocido para los seres humanos, que dirige la vida cotidiana usando el cerebro como su principal herramienta.

Los pensamientos habituales de la mente concreta están revestidos con envoltura astral, aunque muchas personas no son plenamente conscientes de ello. Hay que tener en cuenta que las 9/10 partes de nuestra actividad emocional y mental inferior son subconscientes.

En realidad lo que hace la mente inferior no es propiamente pensar es mas bien dar una aparente consistencia mental a las emociones; razona emociones, emite pensamientos con expresión emocional, incluso elabora sofisticados análisis vinculados a estados emocionales. La mente inferior no piensa sino que siente activamente.

El resultado de la actividad de la mente inferior es un tipo de formas mentales que tienden a convertirse en hábitos mentales. Conviene tener siempre presente una de las grandes leyes de la naturaleza interna que se define en una simple frase: “la energía sigue al pensamiento”, y cuando ese pensamiento es el de la mente concreta los efectos repercuten directamente en el funcionamiento del cuerpo emocional y del cuerpo físico.

La mente concreta, por su intensa actividad y animada acción obstaculiza el descenso de inspiración desde lo alto (impide el empleo por la personalidad de la sabiduría del alma). Sólo por una constante y estable tranquilidad, puede infiltrarse esa iluminación a través los cuerpos superiores, al cerebro físico, y estar disponible para el servicio práctico. La mente concreta separa, su actividad aleja la presencia del alma y atrae a la personalidad.

El cuerpo mental inferior puede ser comprendido a través de la discriminación, que es la facultad en la que se pueden entrenar los cuerpos inferiores en el arte de diferenciar la ilusión de la realidad, lo real de lo irreal, el yo del no-yo. La forma más efectiva y segura de liberarse de las ataduras del cuerpo mental inferior es comprender su funcionamiento y dejar expresarse al amor del alma que se manifiesta desde la mente superior.

6. CUERPO MENTAL SUPERIOR

El Cuerpo mental superior o mente abstracta habita en los tres planos mas elevados de los siete planos mentales. Es el cuerpo que encarna la inteligencia divina.

La mente superior es la que crea el pensamiento abstracto, el verdadero pensamiento. En ella tiene lugar el correcto pensar, la percepción correcta, la deducción correcta, el testimonio correcto. Crea la correcta palabra, la capacidad de hablar con el corazón, sin emocionalismos, sin personalizar. Es también el espacio donde se expresa el sentido común, la búsqueda sincera de la verdad, de la realidad.

En la mente superior la aplicación del principio “La energía sigue al pensamiento” alcanza su máxima expresión y es por ello que se consigue el dominio y control de forma directa del resto de los cuerpos haciendo realidad otra destacada consecuencia de dicho principio: “Así como el ser humano piensa así es él”. La energía es libre pero puede ser manipulada por el pensamiento. Cuando utilizamos la mente superior es cuando realmente pensamos y se crean formas mentales superiores que nos acercan a la intuición y al alma.

La observación te pone alerta y hace que la mente se aclare, aumente su poder y se haga mas fácilmente manejable. El impacto de una verdad o de un concepto mental y su reconocimiento es la expresión de un contacto similar llevado a cabo esta vez en el reino de la mente.

El cuerpo mental es el que verdaderamente nos hace ser humanos. A través del discernimiento te permite entrar en el sendero espiritual de búsqueda de la realidad interna. Es la antesala de la presencia del alma. La mente es mejor portadora del amor que las emociones, y es la llave que abre la puerta a las cualidades del alma cuando se expresa como intuición en su máxima capacidad de abstracción.

7. PERSONALIDAD

Los cuerpos no son unidades separadas, unos interpenetran a los otros. La síntesis de los tres cuerpos hasta ahora expuestos forman y configuran la personalidad. El conjunto de vehículos constituye así una entidad propia que gobierna y coordina a los cuerpos, y que esta destinada a ser un simple medio de expresión de la cualidad del alma.

Es en el estudio de la personalidad donde tiene actualmente su techo la psicología oficial que, al no aceptar la existencia del alma, no puede avanzar hacia el conocimiento de las causas que están detrás de la manifestación y expresión de los cuerpos, y se pierde en teorías de la personalidad basadas en la observación sistemática de los efectos de los cuerpos, sobre todo en su contenido emocional. Esta forma de entender la psicología trata de establecer modelos de carácter, de comportamiento, trata de descubrir la naturaleza del ser humano en el modo de expresión de sus vehículos, y de ahí sólo pueden extraerse patrones de conducta carentes de una verdadera teoría de fondo. Para un buen investigador se presiente, en cierto modo, que algunas cualidades, algunos rasgos al menos, en ciertas personalidades, no pueden ser explicados en términos de actividad en alguna estructura física. Si existen tales rasgos que podríamos denominar de naturaleza espiritual, cuya explicación y definición no está basada en una estructura, debería servirnos como indicio para iniciar una exploración científica con una amplitud de conciencia que no exija imposibles demostraciones mecanicistas.

Según la psicología basada en los principios de la sabiduría eterna la variedad de personalidades tiene su origen en la combinación de energías que dan vida a cada uno de los cuerpos. Estas energías se denominan rayos y presentan siete grandes líneas de expresión. La forma en la que se expresa la personalidad estará en función de los rayos que afectan a los cuerpos, las energías que afectan al alma, y del punto de evolución, que dirige la relación entre alma y personalidad. Una explicación mas ampliada se recoge en el último punto de este texto, de introducción a la psicología esotérica.

El grado de integración de la personalidad viene definido por el nivel de control de sus cuerpos a través del aspecto superior de la personalidad: la mente.

Las personalidades nos afectan generalmente por medio de la fuerza que emana de su aspecto forma. Esas mismas personalidades purificadas y alineadas, pueden ser transmisores de las energías del alma.

No sólo el cuerpo físico es de contenido material, también lo es el cuerpo astral y el cuerpo mental y en consecuencia también lo es la personalidad: son vehículos, tienen un tiempo de existencia limitados, nacen y mueren. Así la personalidad permanece sólo mientras permanecemos con vida en este plano de manifestación, mientras estamos en encarnación. El alma es inmortal, cambia de planos de manifestación, abandona el plano físico a través del proceso que llamamos muerte y vuelve a él a través del proceso que llamamos nacimiento. Desde la visión del alma estos cambios no tienen el mismo significado que desde el enfoque de la personalidad.

El viaje de la personalidad para convertirse en vehículo de expresión de la cualidad del alma se desarrolla a través de un gran número de reencarnaciones, miles, cientos de miles. El proceso de la reencarnación se presenta como una hipótesis cargada de sentido pero sigue sin ser directamente demostrado por la ciencia. En el largo camino hacia el contacto con el alma, la personalidad se va moldeando desde un primer estadio de naturaleza semianimal, pasando por un trabajado proceso de integración y centralización en sí misma, para llegar a ser en una etapa final progresivamente influida por el alma, su vehículo de manifestación en los periodos en los que el alma encarna, alcanzando así su verdadera utilidad.

El logro de una personalidad integrada es toda una conquista evolutiva. Pero en ese punto la personalidad aún no ha alcanzado su perfección, apenas ha llegado a tener esporádicos contactos con el alma, y vive en un mundo de ilusión y espejismo en el que cree ser el centro del universo, pero sólo es el comienzo de un proceso de lucha entre la personalidad y el alma, que se puede extender a lo largo de varias vidas. La esperanza de este proceso radica en saber que al final será el alma el que ganará la batalla y tomará el control de la personalidad que pasará a ser su cauce de expresión en este plano de manifestación.

8. ALMA. CUERPO CAUSAL O EGOICO

El alma es aún un gran misterio para la mayoría de los seres humanos. No ocupa un lugar en las teorías de los investigadores académicos y científicos. No ha sido comprobada, y es considerada aún por los académicos más liberales como una posible hipótesis, pero indemostrable. No es aceptada como una realidad en la conciencia de la raza, es un terreno desconocido y evitado por la ciencia. Sólo dos grupos de personas la aceptan como tal; uno de ellos el crédulo, no evolucionado, infantil, educado en las enseñanzas de cualesquiera de las Escrituras mundiales, estando religiosamente inclinado, acepta sin indagar los postulados de la religión, tales como el alma, Dios y la inmortalidad. El otro es ese pequeño grupo de Conocedores de Dios y de la realidad, que se agranda constantemente, que sabe que el alma es un hecho por propia experiencia, pero no puede probar satisfactoriamente su existencia al hombre que acepta únicamente lo que la mente concreta puede captar, analizar, criticar y comprobar.

El estudio del alma es una investigación tan legítima y respetable como la de cualquier problema científico, así como lo es la investigación de la naturaleza del átomo. La investigación del alma y de las leyes que la rigen, esta destinada a abrir las puertas a la nueva psicología y ya ocupa la atención de las mejores mentalidades de los seres humanos.

En la raíz del lenguaje se conservan indicios de la relación entre “alma” y “psicología” que parecen haber escapado a la censura. La etimología de la palabra psicología nos habla de “logos”, palabra referente a psiquis o alma. La palabra psicodiagnóstico, tan usada en ambientes clínicos, viene de: psykhé: alma; dia: distinción; gignosko: conocer; cuya traducción literal es: conocer a fondo el Alma.

La ubicación del Alma ha sido a lo largo de la historia objeto de abundantes conjeturas por parte de sabios y filósofos. Es interesante considerar la visión de algunos de los mas destacados:

p>Platón, Hipócrates y otros sabios griegos situaban el alma en el cerebro.

Galeno, el gran precursor de los modernos métodos de medicina, opinaba que el cuarto ventrículo del cerebro, es la sede del alma en el ser humano.

Hipólito (siglo III D.C.) dice: “Las membranas de la cabeza son suavemente movidas por el espíritu que avanza hacia la glándula pineal. Cerca de ésta se halla situada la entrada del cerebelo, que admite la corriente del espíritu y la distribuye en la médula espinal. Este cerebelo, por un proceso inefable e inescrutable, atrae por medio de la glándula pineal a la sustancia espiritual dadora de vida”.

San Agustín consideraba al alma situada en el ventrículo medio.

Los filósofos árabes, que modelaron tan intensamente la mentalidad medieval, asignaban a los ventrículos del cerebro la sede del alma o vida consciente.

Roger Bacon, consideraba que el centro del cerebro era el lugar donde podía encontrarse el alma.

Ludovico Vives consideraba al alma como el principio, no sólo de la vida consciente, sino de la vida en general; el corazón sería el centro de la actividad vital o vegetativa; el cerebro, de su actividad intelectual.

Otros muchos autores de reconocido prestigio en su época han especulado sobre la ubicación del alma y ha existido siempre un gran interés por su realidad, mas allá de lo estipulado en el pensamiento religioso. Sin embargo, las modernas enseñanzas mecanicistas de la psicología han sustituido temporalmente a las ideas vitalistas, animistas y místicas más antiguas. El método materialista de la moderna psicología, a pesar de su falta de visión de fondo, ha sido de profundo valor y ha logrado mantener y producir el conocimiento de una estructura, basada en hechos naturales, que neutraliza los errores y deducciones del místico visionario y las supersticiones de los teólogos religiosos, y por medio de las conclusiones a que ha llegado, mediante el trabajo de los psicólogos modernos, por el estudio de la mente y su poder y por la influencia de diversas organizaciones, se ha tendido un puente entre Oriente y Occidente. Ahora es posible que la doctrina oriental de la triplicidad: alma, mente y cerebro, sea apreciada y comprendida e incluso superada al eliminar ciertos rasgos indeseables, y en colaboración con la ciencia occidental, puede surgir de nuevo la luz de Oriente, y señalar a la humanidad el camino hacia un nuevo estado del ser, hacia una más plena comprensión de poder, y hacia una apreciación más real de la naturaleza del alma humana.

Al alma se le conoce también con muchos otros nombres: “Yo Superior”, “Cristo Interno”, “Realidad Divina”, “Angel Solar”, “Loto Egoico”; y con expresiones como “Maestro desde tu corazón”, “Voz del Silencio que te guía, te comprende y conoce como nadie”.

El alma: simbólicamente es luz (considerada literalmente desde el ángulo de las vibraciones); filosóficamente es un medio para adquirir conocimiento. Vierte su luz en el cerebro y produce revelación. El cerebro es como el ojo del alma, observando el mundo físico, en el mismo sentido en que el alma es el ojo del Ser.

El alma se ubica en lo que se conoce como “cuerpo causal”, que es el vehículo de conciencia mas elevado, en el que se recogen los átomos permanentes de los cuerpos físico, emocional y mental, encerrados en una envoltura de esencia mental. Estos átomos permanentes serán los responsables de la creación en cada encarnación de los cuerpos físico, emocional y mental, desde el punto de evolución que quedó registrada al morir en una vida anterior en el plano físico.

Al cuerpo causal se le conoce con otros nombres como: vestidura del Cristo Interno, templo de Dios Inmanente, vehículo del Angel Solar. En el cuerpo causal se acumula lenta y gradualmente toda la experiencia aprendida en cada vida, llenándose progresivamente de luz y color. La tarea para el alma consiste en que el punto de luz se convierta en una llama, en que el cuerpo causal crezca de ovoide incoloro a algo de rara belleza que contiene los colores del arco iris. A menudo se describe el cuerpo causal como formado por pétalos que se van abriendo a medida que se va adquiriendo mas luz y mas experiencia. Los pétalos únicamente son formas simbólicas para expresar la energía.

A mayor crecimiento y expansión del cuerpo causal, mayor expansión del campo de influencia del alma sobre la personalidad. Esta influencia y expansión no debe confundirse con el aura de los vehículos de la personalidad, que son emanaciones del cuerpo etérico (Hay aura física, astral y mental, reflejadas en el cuerpo etérico).

Los cuerpos en los cuales actuamos como almas son cuerpos de energía, compuestos por unidades de energía, átomos en un constante estado de flujo y movimiento.

Cuerpo y alma son parte de un todo, y esto no debe olvidarse.

El alma se conecta con los cuerpos de la personalidad por dos vías: a través del llamado hilo de la conciencia y del hilo de la vida. El hilo de la conciencia está introducido en la cabeza cerca de la glándula pineal. El hilo de la vida está arraigado en el corazón. Este último proviene del Ser, pasa a través del cuerpo del alma y va al centro cardiaco: el otro proviene directamente del alma y va al centro mas elevado de la cabeza. Cuando estos hilos se cortan se produce la muerte en el plano físico. Si se corta el hilo de la vida la muerte es inevitable, si se corta únicamente el hilo de la conciencia permanece el principio vida en los cuerpos, pero en un estado vegetativo carente de toda conciencia.

La intuición es principalmente el desarrollo de la sensibilidad y de la respuesta interna al alma. Es la llave que abre la puerta del alma, el reconocimiento de la realidad, que se hace posible al desaparecer el espejismo. No esta nunca relacionada con los problemas e inquietudes individuales, es puramente impersonal. A través de la intuición se capta comprensivamente el principio de universalidad, se desarrolla el auténtico sentido de síntesis, que es la capacidad de pensar en términos del todo y entrar en contacto con el mundo de las causas. La intuición es textualmente la captación sintética e inmediata de la verdad tal como existe esencialmente.

En el lenguaje habitual se confunde la intuición con una reacción emocional instintiva hacia una situación o suceso, y por ello teñida siempre de espejismo, o con premoniciones o figuraciones de naturaleza mental inferior cargadas de ilusión. La verdadera intuición se la descubre porque contiene en sí misma las cualidades del alma que veremos mas detenidamente en el punto 10.

Para que el alma pueda expresarse a través de la personalidad se debe producir el alineamiento de sus tres cuerpos. El cuerpo mental está en comunicación directa con el cerebro, si se alinea con el cuerpo causal el alineamiento es total y se produce la fusión de la luz del alma con la luz magnética del cuerpo vital.

El alineamiento supone la coordinación y control de los tres cuerpos, mas la subordinación de la vida y naturaleza del plano físico a la impresión y control del alma.

El canal que va del alma al cerebro físico por intermedio de la mente se denomina Antakarana, y su creación y formación definitiva supone el total contacto con el alma y desde allí el acceso a planos espirituales mas elevados.

Cuando se produce la unión de alma y personalidad aparece un campo magnético entre el centro ajña (glándula pituitaria) y el centro coronario (glándula pineal). Hay una gran afluencia de luz en la cabeza por la interacción vibratoria entre las energías del alma que trabajan por medio de la glándula pineal, y las fuerzas de la personalidad que trabajan por medio del cuerpo pituitario. Es entonces cuando se activa, en ese espacio vital, el llamado “tercer ojo”, lo que hace posible contemplar y percibir la vida a la “luz del alma”.

El control del alma significa la incorporación de mayor o menor materia de los subplanos superiores en los cuerpos de la personalidad.

El alma trabaja con energías y la personalidad con fuerzas, lo que comúnmente no se capta por la falta de sensibilidad del mecanismo de respuesta para distinguirlos. El impacto de la energía depende de la naturaleza del vehículo de respuesta. La energía puesta en relación con la fuerza en un cuerpo no preparado puede producir un punto de fricción, y ello conllevará alteraciones, enfermedad, incluso problemas graves de integración de los cuerpos. En este simple principio de sentido común se basa la recomendación del maestro experimentado al inquieto aspirante, de no trabajar con técnicas energéticas sin control, e incidir en la purificación de los cuerpos a través del servicio, del pensamiento correcto, de la emoción equilibrada.

Según la claridad de visión y la profundidad de la comprensión interna, así será la forma creada y la fuerza de la vida que le permitirá cumplir la función que le fue designada.

Sólo con el desarrollo y contacto con el alma se puede llegar a considerar el concepto de “espíritu” y alcanzar a comprenderlo. El alma es el punto de unión entre espíritu y materia.

El camino evolutivo nos lleva a alcanzar la conciencia de la naturaleza del alma, medio por el cual siempre actúa el aspecto Espíritu. Lo mayor puede comprender lo menor pero no al contrario. Lo más evolucionado puede comprender a lo menos evolucionado pero no al contrario.

En su propio plano las almas de los hombres se mantienen libres de ilusiones y no pueden ser destruidas, engañadas o manipuladas.

La búsqueda del alma nos lleva a desarrollar el “sentido esotérico”, el descubrimiento de los principios ocultos que están detrás del mundo manifestado. En nuestro corazón tenemos el impulso hacia la Unidad, hacia el alma, porque hemos tomado la dirección del arco evolutivo.

9. CUIDADO DE LOS CUERPOS

Los cuerpos están siempre interrelacionados y su estado natural es la armonía y el establecimiento de ritmos equilibrados. Cualquier cuerpo que vibre a un ritmo antinatural entra en crisis, en estado de enfermedad, y tenderá a romper la integración que la personalidad necesita para enfocarse hacia el alma.

El primer paso para un correcto uso de cada cuerpo consiste en observar con sinceridad y reconocer en que medida y cuando se esta dominado o influido por los vehículos. La forma en la que vivimos en nuestros cuerpos condiciona la percepción y el desarrollo de la conciencia. Una imprudencia física puede impedir al cuerpo físico ser receptivo. Una preocupación o ansiedad puede hacer vibrar al cuerpo astral a un ritmo que imposibilite la buena recepción del propósito interno. El prejuicio, la crítica y el orgullo, pueden inutilizar el cuerpo mental inferior y bloquear el acceso al cuerpo mental superior, y desde este al alma.

Existe en el proceso evolutivo, en mayor o menor grado, un uso inadecuado de los cuerpos que se traduce en contaminación física, astral y mental. La purificación de los cuerpos adquiere gran importancia para preparar el campo de contacto con el alma. Los cuerpos deben ser considerados como templos y a la vez evitar una excesiva concentración en ellos. Se trata de un arte basado en el cultivo de virtudes tan simples como la moderación en todas las cosas, el inteligente empleo de las formas sustentadoras, y sobre todo, el olvido de sí mismo.

Hay una gran ley de los planos internos que se conoce como Ley del Sacrificio que rige el proceso de elevación hacia la luz de la materia subatómica de los componentes de cada cuerpo. Lo inferior debe dejar paso a lo superior. Lo inferior siempre se sacrifica por lo superior. Cualquier avance evolutivo sólo se logra a través del sacrificio de algún aspecto inferior, de la superación de una actitud inadecuada o de un hábito que nos impide evolucionar. El sacrificio de lo inferior por lo superior debe hacerse con armonía y sin excesos, implica alegría del alma, no tiene nada que ver con la insana actitud de castigo a los cuerpos infligida por la propia personalidad que sólo conducirá a un control excesivo de la personalidad cerrando el paso al alma y dejando la conciencia atrapada en el limitado mundo de los vehículos. Conviene tener presente que primero viene el sacrificio bien entendido, la compensación llega más tarde.

CUIDADOS DEL CUERPO FISICO DENSO

El cuerpo físico en malas condiciones atrae fuerzas que es incapaz de manejar, con la consiguiente falta de poder para el servicio y para el crecimiento interior. Vivir en un cuerpo así, es una forma de esclavitud que puede anular en gran medida la vida en el plano físico.

Si estamos fatigados y el cuerpo físico necesita descanso, no se registra lo interno. Con caos emocional o mental se desvían las corrientes y el cerebro no registra lo visto y oído internamente.

El entrenamiento del cuerpo físico se basa en el refinamiento para hacer contacto con una vibración mas elevada. Las indicaciones generales de actuación desde el propio cuerpo físico para lograr un aceptable grado de salud son muy simples:

- Alimentos lo mas puros posibles: evitar comer demasiado.

- Limpieza: abundante uso del agua interno y externo.

- Dormir: evitar los abusos, tanto de falta de sueño como de dormir en exceso. Intentar dormir al menos cuatro o cinco horas preferiblemente entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana.

- Aire libre.

- Luz Solar. El Sol mata los gérmenes, libra de las enfermedades y vitaliza el cuerpo etérico. Conviene exponerse al sol con moderación.

Sobre las dietas es conveniente evitar la soluciones universales. Ninguna dieta puede ser del todo apropiada para un grupo de personas de diferentes rayos, temperamentos, equipos y diversas edades. Cada persona debe descubrirlo por sí mismo.

La alimentación mejor es la que consiste en comer la cantidad justa, incluso habituarse a quedarse con un poco de hambre después de cada comida. Comer siempre con tranquilidad, masticar con calma sin engullir los alimentos. Evitar hacer comidas pesadas antes de dormir.

El cuerpo físico no es un principio. Es conveniente no poner excesivo énfasis en él, para que el elemental físico no adquiera un poder indebido. Debe relegarse por debajo del umbral de la conciencia

La concentración en el cuerpo físico sólo sirve para aumentar su potencia, nutrir sus apetitos y hacer salir a la superficie aquello que debería estar firmemente reducido bajo el umbral de la conciencia.

El mejor cuidado del cuerpo físico consiste en aprender a vivir como si el cuerpo físico no existiera, pero tratarlo con respeto, con el mismo respeto que deberíamos tratar a toda forma de vida. La actitud interna mental debe anular todas las limitaciones y obstáculos que el cuerpo físico impone y que llega a evitar que se exprese la conciencia espiritual.

CUIDADOS DEL CUERPO FISICO ETERICO

El cuerpo etérico es el receptor de la energía, del prana que sustenta las formas de vida del plano físico. Esta energía entra a través de unos puntos situados en el aura etérica, a la altura de los omoplatos, por encima del diafragma, y del bazo.

La purificación del cuerpo etérico conlleva una adecuada circulación de la energía y en ella radica el secreto de la clarividencia y de la clariaudiencia.

Los principales factores que mejoran el funcionamiento del cuerpo etérico son:

  • Los rayos solares.
  • Una exposición al sol sin excesos y en actitud relajada.
  • Un régimen cuidado de proteínas y vitaminas.
  • Mantener los pulmones limpios.
  • Evitar la fatiga y la preocupación; y seguir adelante a pesar de las circunstancias y no debido a ellas.

Para disponer de un adecuado refinamiento del cuerpo etérico además del contacto con el sol es aconsejable protegerse del frío. Para conseguir que el cuerpo etérico este en óptimas condiciones es conveniente rodearse de pensamientos elevados y de emociones equilibradas.

Los centros del cuerpo etérico se activan por el correcto vivir, por el empleo de pensamientos elevados, y por una actitud amorosa. El cuerpo etérico es vitalizado y controlado por el pensamiento, por el correcto pensar, y no por ejercicios respiratorios controlados o por apretarse la nariz con técnicas sofisticadas, que sólo conducirán a excesos de energía descontrolada y a bloqueos energéticos. La concentración sobre los centros debe evitarse siempre, ya que provocará el sobreestímulo y abrirá las puertas al plano astral, que luego será difícil cerrar.

Para despertar los centros de forma armoniosa los requisitos no tienen que ver con técnicas sino con la formación del carácter, con el móvil correcto, el servicio y la meditación.

CUIDADOS DEL CUERPO ASTRAL

El verdadero aspirante en el camino del conocimiento de la naturaleza del ser humano, debería ocuparse del control emocional y no del control físico, y hacer el esfuerzo para enfocarse en el plano mental antes de lograr un contacto estable con el alma.

El empleo de la palabra cuerpo es muy engañosa e inadecuada. Produce en la conciencia la idea de una forma definida y de una figura específica. El cuerpo astral es un conglomerado de fuerzas que penetran en la conciencia en forma de deseos, impulsos, anhelos, caprichos, determinaciones, incentivos y proyecciones, cuyas bases y formas de funcionamiento se explican cada vez mejor en las enseñanzas de la psicología moderna. Muchos libros y manuales contienen buenos consejos para entender esta aparente complejidad.

Sin embargo, la clave para superar el dominio del cuerpo astral es muy simple: radica en liberarse del campo de influencia del deseo. Cuando dejas de tener deseos, todas las cargas de la vida desaparecen, desaparece el temor, y se crea una corriente viva de fortaleza, valor, constancia y veracidad.

La ausencia de deseo en ningún caso significa control del deseo, y la mejor forma de entenderla es tratar de practicarla.

Como prácticas saludables para mantener limpio y claro el cuerpo emocional podemos trabajar con las siguientes:

  • Practicar el desapego emocional a través de la desidentificación.
  • Aquietar el cuerpo emocional en distintos momentos del día (previo a aquietar el cuerpo mental). Imponer un nuevo ritmo.
  • Simplificar la vida en sus necesidades materiales.
  • Aligerar las cargas en las relaciones afectivas.
  • Vigilar los deseos, móviles y anhelos: resaltar los de orden superior, inhibir los de orden inferior. El deseo se supera eliminándolo conscientemente. Mejor que matar el deseo es reorientar el deseo.
  • Observar el temor implícito en cada emoción. Descubrir la relación entre deseo y temor, y entre desapego y liberación del temor.
  • No preocuparse indebidamente. Confiar en un presente y futuro libre y magnífico.
  • Dejar de construir formas mentales con contenido emocional. Dejar arder las formas mentales creadas sin prestarlas atención.
  • Establecer la actitud de aprender de todo, de experimentar de todo.
  • Huir de la ociosidad como de la peste.

El destino evolutivo del cuerpo emocional es conseguir ser reflector de las impresiones de nivel intuitivo: quieto, sereno, imperturbable, tranquilo, en reposo, limpio y claro: llegar a ser el canal por el que se exprese el amor del alma.

CUIDADOS DEL CUERPO MENTAL

Cuidar el cuerpo mental pasa por trabajar inicialmente desde el cuerpo mental inferior, por despejar y resolver sus bloqueos, para ir dejando paso al cuerpo mental superior que es la antesala de la presencia del alma

La actitud interna mental debe anular todas las limitaciones y obstáculos que el cuerpo físico y emocional tratan de imponer, y posibilitar así que se exprese libremente la conciencia espiritual. Cuando alguna fuerza tiende a atrapar la conciencia en el cuerpo físico o emocional, la actitud mental mas apropiada es vivir como si esas limitaciones no existieran.

El primer paso en el uso equilibrado del cuerpo mental consiste en aprender a pensar, y para ello es imprescindible descubrir las formas mentales habituales en las que se mueve la mente, localizando los hábitos mentales, y poder así llegar a saber por que nos estamos comportando de cierta manera y el grado de condicionamiento en la elaboración de pensamientos.

Descubrir los condicionamientos mentales es un tarea ardua que exige flexibilidad y continua adaptación a los cambios de visión. Conviene hacerse preguntas sinceras a sí mismo con la menor presencia de personalidad, y observar con claridad los filtros que utiliza el cuerpo mental para procesar la información que le llega, y los lugares en los que se reflejan los bloqueos mentales y emocionales. Piensa bien y acertaras es el viejo y sabio refrán, que tanto tiempo ha sido tergiversado.

Para aprender a pensar se precisa una amplia desintoxicación y descondicionamiento mental. No es suficiente con cambiar de hábitos. Se necesita organizar la vida diaria con una intención enfocada en desmadejar la red pensamientos y emociones que dominan los cuerpos. Hay que aprender a vivir en el mayor grado posible de realidad, buscando la realidad permanentemente, viviendo el presente con sencillez, aprendiendo a vivir en el eterno ahora.

Entrenar el cuerpo mental es una práctica de salud básica que comprende acciones como las siguientes:

- Estabilizar la mente inferior y desarrollar la habilidad para aquietar el cuerpo mental.

- Liberar las preocupaciones. Dormir sin preocupaciones.

- Llevar una vida mental disciplinada, con una adecuada purificación de la vida de pensamiento, que no tiene nada que ver con volverse metódico y aburrido, sino simplemente tratar de evitar el exceso de pensamientos y divagación y mantener la mente limpia y centrada.

- Adquirir el conocimiento en forma ordenada. Acumular sólo lo que le hace falta.

- Practicar ejercicios de concentración en objetos, ideas, lecturas, ect. La concentración ejercita las células que se van despertando y activa partes del cerebro que estaban dormidas. A mayor concentración mas poder de observación.

- Interés mental en otra dirección que no sea la de menor resistencia y la de la inercia de los cuerpos físico y emocional.

- Inteligente control de la personalidad y discriminación respecto al trabajo y al tiempo. Desarrollar el poder para emplear el tiempo.

- Practicar el pensamiento intelectual con espíritu científico.

- Desarrollar la paciencia, el esfuerzo persistente con actitud relajada, la visión y el sano juicio discriminativo, el sentido de adaptación. Mantener la mente abierta libre de fanatismo.

- Crear el hábito mental de ver lo invisible en la realidad visible, de penetrar superficies, de ver a través de las cosas su fuente de origen.

- Practicar el estudio, la reflexión, y la buena lectura. Leer con atención, con sencillez, evitando que la conciencia vaya sin rumbo de un lado a otro.

El pensamiento positivo, la línea de acción positiva es el punto desde donde trabaja la mente con mas libertad. La mente positiva se mantiene alerta, bien controlada, se mantiene firme en el punto más elevado alcanzado.

Las tres grandes llaves que enseña la “Sabiduría Eterna” para desde la mente abrir las puertas a la luz del alma son muy simples y a la vez un reto magnífico. Se trata de la práctica de la honestidad de mente, el desapego y la inofensividad.

Tener honestidad de mente es pensar, decir y hacer la misma cosa.

El desapego es el baño de la mente. Es la desconexión de emociones y razonamientos bloqueados. Sus armas son la discriminación y desapasionamiento. Es el sutil arte de vivir intensamente sin identificarse con nada. No es posible identificarse y estar separado de algo.

La inofensividad es una actitud hacia la vida que libera de la presión de la personalidad y deja que el alma se exprese. Consiste en mantener cautela en el juicio, reticencia al hablar, desarrollar la habilidad para abstenerse de toda acción impulsiva, disponer de un espíritu exento de crítica, tratar de amar y no odiar, servir y no exigir servicio, curar y no herir. Inofensividad no es no resistencia, es una actitud positiva del que no piensa mal.

Pensar inofensivo dará como resultado el control de la palabra y la ausencia de enemigos. La reacción emocional inofensiva dará como resultado la creación de un canal para que se exprese el aspecto amor del alma. La acción inofensiva producirá equilibrio, capacidad en la acción y liberación de la voluntad creadora. Practicar la inofensividad creará correctas relaciones humanas, evitando la separatividad y la crítica.

Conviene también no analizarse demasiado por ver si se progresa. El olvido de sí mismo es una buena protección contra el exceso de mente inferior.

La mente correctamente empleada es la llave del reino del alma.

10. CUALIDADES DEL ALMA

La nueva psicología logrará comprobar la realidad de la existencia del alma. En algunos campos de investigación ya se puede llegar a cierto reconocimiento del alma. Se puede descubrir en la naturaleza del genio, que trasciende el trabajo vocacional de la personalidad y llega hasta el trabajo creador que es propio del alma. Se puede también detectar al alma en cualidades como la telepatía superior, el canal de comunicación entre la mente y el alma a través de la intuición, y en la clarividencia no sensitiva. El logro en un futuro cercano de la diferenciación de distintos tipos de luz: luz del cuerpo etérico, luz astral, luz del alma dará el soporte científico suficiente para que la ciencia oficial comience a abrir sus puertas a la evidencias de la existencia del alma.

El alma es consciente de los vehículos a través de los que trata de expresarse, de sí misma, y del Ser en el que esta destinada a fundirse y desaparecer. Nada puede vencer el propósito del alma de expresarse a través de los vehículos. Algún día la personalidad comenzará a escuchar la voz del alma y empezará a disipar el espejismo para con el tiempo llegar a actuar estrictamente como canal para la energía del alma.

Al alma, hoy por hoy no se la puede medir, ni observar con medios físicos. Sin embargo se la puede inferir, revelar, a través de sus características en la conducta de los seres humanos y en la presencia de determinadas cualidades. La conciencia es un aspecto de la energía, la que es personificada por el alma. No puedes ver la conciencia pero puedes ver los resultados de su presencia. A mas alma, mas conciencia.

Indicios de la presencia del alma son entre otros:

- Ausencia de materialismo y de interés por el pequeño yo.

  • Desapego de los vehículos y de la personalidad.
  • Intuición.
  • Fe verdadera, que es la sustancia de las cosas esperadas, la evidencia de las cosas no vistas.
  • Alegría, exenta de emocionalismo.
  • Pensamiento abstracto.
  • Ausencia de temor.
  • Interés por los problemas de los demás.
  • Sentido y percepción de la realidad.
  • Ausencia de deseo.
  • Respeto por los cuerpos, verdaderos templos para el alma.
  • Inclusividad, flexibilidad, capacidad de adaptación.
  • Visión y sentido esotérico, capacidad para ver el mundo subjetivo que esta detrás del mundo manifestado.
  • Sensibilidad, Conciencia, Percepción, Luz.
  • Amor libre y desinteresado.

El amor no es un sentimiento ni una emoción, tampoco un deseo o móvil egoísta para actuar correctamente en la vida diaria. Amar es esgrimir la fuerza que guía los mundos y conduce a la integración, unidad e inclusividad, que impele a actuar a la Deidad misma.

El amor del alma tiene efectos tangibles que transforma la vida en múltiples aspectos:

  • Elimina la autoconmiseración.
  • Ocupa el lugar de la emoción.
  • Favorece la comprensión en vez de la aprehensión del sufrimiento.
  • Cultiva la alegría por medio de comprensión,
  • Evita dañar a los demas.
  • Permite rectificar con rectitud.
  • Cura la enfermedad, que es el resultado de la inhibición de la vida del alma.
  • Concede la voluntad en la acción.
  • Transforma el conocimiento en sabiduría.
  • Hace cesar el odio.
  • No deja tiempo para la soledad. Reconoce la unidad básica de toda creación
  • Depura la vida mental.
  • Crea confianza gozosa.
  • Fomenta el apoyo al grupo, al servicio, al respeto a los demás, en lugar de a la personalidad.
  • Acepta sin juzgar.
  • Si hay amor no hay temor.
  • El Amor es espiritual.

Es conveniente no olvidar que espiritual es la cualidad de cualquier actividad que impulsa al ser humano hacia delante hacia alguna forma de desarrollo, sea físico, emocional, social o de cualquier otro tipo, progresando de su estado actual.

En realidad mas que tratar de practicar las cualidades del alma para llegar hasta ella, la clave esta en ser consciente de que es lo que hay que dejar de hacer que nos aleja del alma. El alma sin obstáculos se presentaría de forma natural. Sin embargo algunas orientaciones pueden ser consideradas:

- La práctica de la inofensividad crea el mas potente “anillo no pases”, el mas efectivo anillo de protección contra la negatividad, que deja abierto el camino hacia el alma. Las palabras de Jesús de Nazaret son muy reveladoras: “el mal del mundo viene a mi y no tiene nada en lo que asirse”.

-No hables de ti mismo. Los pensamientos del ego y de tu destino inferior impiden que la voz interna de tu propia alma suene en tu oído. Habla desde el alma; desde el corazón, olvídate de ti mismo construyendo para el mundo. Así se neutraliza la ley de la forma. Así la ley del amor puede entrar en ese mundo.

- Practicar el silencio interior. Guardar silencio, no tiene que ver con hablar mas o menos, es abstenerse de formular ciertas corrientes de pensamiento, eliminar toda fantasía y evitar el empleo malsano de la imaginación creadora.

- Cultivar la bondad. Desarrollar un buen corazón.

- Intentar cada día el contacto con el Yo Superior.

- Visión feliz, sana y esperanzada acerca del futuro, no importa lo que el futuro te depare.

- Ser mas efectivo espiritualmente y menos atractivo personalmente.

- Utilizar como medio de contactar con el alma la actitud reflexiva interna de la mente, el servicio, el altruismo, y la disciplina de la naturaleza inferior.

- Sustituir el deseo de posesiones materiales por la alegría del alma, sabiduría, amor y poder para servir. Crear paz, seguridad y correcta aspiración.

La meditación, el estudio, y el servicio son los medios de construcción del antakarana, el canal invisible de luz que formará un puente entre el cerebro y el alma.

Meditar es un medio científico de contactar con el alma, para con la práctica alinearse con el alma. Existen muchas técnicas de meditación de una multitud de escuelas, pero sólo podemos hablar de verdadera meditación cuando su práctica nos pone en contacto con el alma con mayor o menor intensidad. La meditación además de establecer contacto con el alma, alinea los centros y canales de energía y permite que la energía del alma afluya a través de los vehículos, purificándoles y llenando de vida nuestra existencia.

El estudio de textos de contenido espiritual, facilita la elevación hacia la mente superior y la aspiración. La energía sigue al pensamiento y por ello una lectura inteligentemente elegida es una buena herramienta para inspirar y progresar en el camino interior.

Pero sin duda la práctica mas auténtica del alma esta en el servicio. La naturaleza del alma es servir, y esa es la mejor forma de estar en armonía y en paz interior. El servicio es la dedicación desinteresada a los demás, al trabajo para la justicia y la libertad al bien de todos, incluidos todos los seres vivos y el propio planeta. Servir, amar, disciplinarse a sí mismo, es un método evolutivo lento y seguro, pero además es también el más rápido. A través del servicio se produce el olvido de sí mismo y la personalidad suelta el exceso de control. Sirviendo se diluye el interés propio, el deseo por posesiones materiales, y la atención al pequeño yo. Servir es la mejor forma de liberarse de la pesada carga del yo personal. Al servir ni siquiera cobra importancia la evolución de uno mismo, que esconde a menudo el egoísmo por logros en la “carrera espiritual”.

Sirve, salva el mundo, y sálvate a ti mismo.

11. BREVE INTRODUCCIÓN A LA CIENCIA DE LOS RAYOS DE LA PSICOLOGÍA ESOTERICA

Esotérico, es un término que indica o hace referencia a lo que se halla detrás de las apariencias externas, y señala las causas que producen las apariencias y efectos. Se refiere al mundo de energías y fuerzas, que todas las formas velan y ocultan. La totalidad del universo manifestado son energías, cada una vibrando en una frecuencia particular y relacionadas entre ellas en distintas disposiciones.

La psicología esotérica es una ciencia que busca comprender las causas y el origen de la existencia, de la naturaleza, y del comportamiento y evolución de los seres humanos, y no tiene nada que ver con extrañas prácticas secretas de magos y adivinos, ni con conocimientos ocultos de elegidos, ni con organizaciones de ningún tipo en particular.

Las bases de la psicología esotérica que se recogen en la “Sabiduría Eterna” explican en profundidad la constitución del hombre, pero además de resaltar la naturaleza del alma que anima a las formas, destaca especialmente el estudio de los siete grandes rayos o energías.

Es de gran importancia conocer la existencia de los rayos cuyas cualidades definen lo que somos y explican nuestro comportamiento y el del conjunto de los grupos, pueblos y países. Rayo es el término aplicado a una fuerza o a un determinado tipo de energía que pone de relieve la cualidad que exhibe esa fuerza, y no el aspecto forma que ella crea.

Se afirma que existen siete grandes rayos en el cosmos. Estos siete rayos pueden describirse como los siete canales a través de los cuales fluye todo lo que existe en cada sistema solar, las siete características predominantes, o modificaciones de la vida, que no sólo se aplican a la humanidad sino también a los demás reinos. En realidad no existe nada en el sistema solar, cualquiera sea su grado de evolución, que no pertenezca ni haya pertenecido a uno de los siete rayos.

Estas siete grandes Vidas pueden considerarse y conocerse como las esencias animantes y las energías activas en todo lo manifestado y tangible en el plano físico, así como en todos los planos de la expresión.

Todo ser humano pertenece a uno de los siete rayos. En cada vida su personalidad pertenece a uno de ellos, rotando de acuerdo al rayo del alma. Un rayo confiere, por medio de su energía, condiciones físicas peculiares y determina la cualidad de la naturaleza astral‑emocional, colora el cuerpo mental, controla la distribución de la energía, pues los rayos son de distintos grados de vibración, y rigen un determinado centro del cuerpo (diferente para cada rayo), a través del cual se hace esa distribución. Cada rayo actúa principalmente a través de uno de los centros y en los otros seis lo hace en orden específico. El rayo predispone a que el hombre tenga ciertas debilidades y fortalezas y es su principio limitador, dotándolo también de capacidad. Rige el método de sus relaciones con otros tipos humanos, y es responsable de las reacciones de la forma hacia otras formas. Lo colora, le imparte cualidad, le da su propia tonalidad en los tres planos de la personalidad y moldea su apariencia física. Ciertas actitudes de la mente son fáciles para un tipo de rayo y difíciles para otro, de allí que la variable personalidad cambia de un rayo a otro al cambiar de una vida a otra, hasta que todas la cualidades se hayan desarrollado y expresado. Algunas almas, debido al destino que les depara su rayo, se encuentran en determinados campos de actividad, y el campo definido de sus esfuerzos es relativamente el mismo durante muchas vidas. Cuando un hombre ha recorrido las dos terceras partes del sendero evolutivo, el tipo de rayo de su alma empieza a dominar al tipo de su personalidad y, en consecuencia, regirá la tendencia de su expresión en la tierra.

Es útil aquí conocer los rayos, aunque su significado no es objetivo de este breve estudio sobre la constitución del hombre, que pretende únicamente situar su conocimiento en su justo lugar, y cuyo amplio contenido esta bien explicado en los libros ya escritos. Lo mas destacable es la apertura mental que produce la visión del mundo manifestado a través de estas siete grandes energías, que se conocen así:

Rayos de Aspecto:

  1. El Rayo de Poder, Voluntad o Propósito.
  2. El Rayo de Amor‑Sabiduría.
  3. El Rayo de Inteligencia Activa Creadora.

Rayos de Atributo:

  1. El Rayo de Armonía a través del Conflicto.
  2. El Rayo de Ciencia Concreta o Conocimiento.
  3. El Rayo de Idealismo o Devoción.
  4. El Rayo de Orden o Magia Ceremonial.

Cada ser humano es básicamente una expresión de cinco fuerzas de rayo:

  1. El rayo del alma.
  2. El rayo de la personalidad.
  3. El rayo que rige al cuerpo mental.
  4. El rayo que rige al equipo astral.
  5. El rayo de la naturaleza física.

Las personas difieren además de en los rayos , en la etapa de evolución, y también en la polarización, el punto donde se enfoca su conciencia, que decide la intención física, emocional y mental.

En nuestro sistema solar sólo uno de estos grandes rayos está en actividad. Las siete subdivisiones constituyen los "siete rayos" que manejados por nuestro Logos solar, forman la base de infinitas variaciones en su sistema de mundos.

El rayo primario del Ser o Mónada continúa durante todo el tiempo que somos capaces de concebir. No varía. Es uno de los tres rayos de atributo que oportunamente los hijos de los hombres sintetizarán. El rayo del alma no cambia durante un elevado número de vidas, es el rayo predominante por el cual vibra el cuerpo causal del hombre. El rayo de la personalidad y el de cada uno de sus cuerpos varía vida tras vida, de una encarnación a otra, colora mayormente su vida, pasando por múltiples combinaciones, lo que dará un amplio campo de experiencia.

Cada gran rayo al venir a la encarnación, trasforma el lenguaje del ciclo, enriquece el vocabulario existente y trae nuevo conocimiento a la humanidad; produce la creación y disolución de civilizaciones y culturas. Las muchas civilizaciones, pasadas y presentes, son el resultado de esto.

El antiguo lema, “conócete a ti mismo”, encuentra su resolución al conocer tu estructura de rayos y su significado.

12. VEHICULOS SUPERIORES. ETERNA EVOLUCION

Para concluir este breve estudio sobre la constitución del ser humano es aconsejable tener una idea, aunque sea remota, del amplio campo de evolución que se abre ante el ser humano cada vez que da un salto evolutivo, cada vez que su conciencia se expande y crece.

 

Una vez que se hace posible discernir entre el mundo del alma y el mundo de la personalidad el camino evolutivo se aclara, se amplia y se acelera. Cuando se llega a contactar con el alma se abre también la comprensión a los planos mas elevados. Desde este estado de liberación se alcanza a vislumbrar la inmensidad del camino evolutivo del que sólo se han dado los primeros pasos.

Un plano es un nivel de manifestación, es un estado de conciencia y no un lugar o espacio concreto. Para acceder a un plano mas elevado no es preciso hacer ningún viaje, basta simplemente con conectar a través de un cambio de la conciencia, de percibir sutilmente un campo mas amplio, que siempre ha estado allí.

La humanidad terrestre nos movemos en los planos inferiores del plano físico cósmico, que es el plano inferior de los siete grandes planos cósmicos. El plano físico cósmico, (ver esquema en Anexo II), se divide en 7 planos, que a su vez se subdividen en siete subplanos cada uno, con lo que el plano físico cósmico se expande a través de 49 subplanos.

De inferior a superior, los siete planos del plano físico cósmico son los siguientes:

7º. Plano Físico Denso.

6º. Plano Astral.

5º. Plano Mental.

4º. Plano Budhico.

3º. Plano Atmico.

2º. Plano Monadico.

1º. Plano Adico.

El campo de conciencia que puede abarcar la personalidad comprende los siete subplanos del 7º plano físico denso, los siete subplanos del 6º plano astral y los cuatro subplanos inferiores del 5º plano mental. La conciencia de cada cuerpo se puede situar en cada uno de los siete subplanos del plano correspondiente.

El alma se ubica en los planos superiores del cuerpo mental.

La Mónada o Ser se ubica en el plano mónadico, el segundo plano del plano físico cósmico.

La unión entre el Ser, el alma y la personalidad se realiza cuando se crea el antakarana, a través de la meditación y el servicio, el canal que una vez creado facilita la unidad y el verdadero sentido del ser humano.

Los planos por encima del mental sólo pueden ser conocidos a través del alma, por lo que tratar de conocerlos con las limitaciones de la personalidad sólo puede tener sentido como aspiración y como estímulo para desarrollar la capacidad de abstracción del cerebro.

Ser consciente en un plano y ejercer control en él, son dos cosas distintas. El paso de un plano a otro esta relacionado con el nivel de desarrollo, y es el paso de un estado de conciencia a otro. La expansión de la conciencia permite captar planos mas elevados de manifestación que hasta entonces eran imperceptibles.

La conciencia depende de su vehículo de expresión y ambos, para existir, dependen de la vida y la energía

Un vehículo es en definitiva la forma por la cual aspectos superiores del ser encuentran expresión en los planos inferiores. Los cuerpos físico, emocional y mental son los vehículos del alma en los planos inferiores. El cuerpo causal donde se ubica el alma es a su vez vehículo temporal para la Mónada o Ser, con el que se fundirá y desaparecerá algún día.

La correcta visión de los planos de manifestación debería servir para ayudarnos a vivir mas en el mundo de significados, que tiene mas realidad, y menos en el mundo de las apariencias, que es mas ilusorio.

La vida espiritual es un estado de Ser y no un estado de realización. El espíritu es materia en su más elevado punto de expresión, y la materia es espíritu en el más inferior. Toda la creación es en realidad energía vibrando a diferentes niveles.

El propósito de cada vida involucra el desarrollo de una forma mas adecuada para uso del espíritu.

El ser humano espiritual será un buscador e investigador de las causas; gente de buena voluntad; de elevada calidad mental; libre de egoísmo y ambiciones personales, animado por el amor a la humanidad y el deseo de ayudar a todos los seres humanos.

Espiritualidad es esencialmente el establecimiento de correctas relaciones humanas, la promoción de la buena voluntad, y como consecuencia de ambas, el establecimiento de la verdadera paz en la tierra.

ANEXO I. ESQUEMA DE LA CONSTITUCIÓN DEL SER HUMANO

ANEXO II. PLANO FÍSICO CÓSMICO

BIBLIOGRAFÍA

Libros escritos de Alice A. Bailey, publicados por la Editorial Fundación Lucis, y otras editoriales, se destacan los siguientes:

- El alma y su mecanismo.

- Del intelecto a la intuición.

- Telepatía y el vehículo etérico.

- Tratado sobre magia blanca

- Reflexionen sobre esto. (Recopilación de textos).

(Como guía para conocer el contenido y elegir el estudio de los libros escritos por Alice A. Bailey, existe un texto explicativo en la sección cuarta del tomo primero del libro Discipulado en la Nueva Era, pag. v.o. 777 y siguientes, que trata sobre parte del resumen del trabajo del Tibetano. Es muy orientativo sobre el contenido de cada libro y aporta datos suficientes para que cada cual pueda elegir lo mas intuitivamente posible la lectura más conveniente en cada momento.)

Libros escritos por Benjamín Creme:

- La misión de Maitreya, tomos I, II y III.

(Share Ediciones)

Página web recomendada: www.share-es.org

En ella se recoge una amplia bibliografía y artículos de interés.