Espiritualidad y Esoterismo

Se transcribe a continuación el apartado 6.1., del libro “La Senda de la Alegría Interior”, disponible en esta web, que puede servir para dar claridad y realidad a los conceptos de espiritualidad y esoterismo, que a menudo se utilizan con demasiada confusión y espejismo:

6.1. Espiritualidad

Tal como se percibe hoy día el concepto de espiritualidad para mucha gente, parece darse una extraña mezcla entre mito y tabú, rodeado de misterio, sólo accesible para supuestos “seres elevados”.

Hay quien detesta la palabra espiritualidad, otros sienten cierta vergüenza al hablar de ello, como si fuera propia de conversaciones de personas creyentes y sin ideas propias. Espiritualidad es una palabra que significa una cosa distinta para cada persona. Muchas personas asocian espiritualidad con algún tipo de desengaño con religiones, creencias, y manipulaciones. En nombre de lo espiritual se han hecho muchas barbaridades que tiñen de vergüenza la historia de la humanidad. Incluso en los grupos de la llamada “nueva era” se emplea esa palabra para todo tipo de descripciones iluminadas: una mezcla de ángeles, videncias, experiencias paranormales,… muchas de ellas incompatibles entre sí. También se llega a usar lo espiritual como arma arrojadiza contra la religión oficial de la zona.

Pero el concepto “espiritual” no puede estar supeditado a como se utilice por unos u otros. Las personas que hablan de lo espiritual en grandes debates no suelen ser las mas expertas en prestar servicio, ni en ocuparse de las injusticias y de los problemas directos y objetivos que asolan a una buena parte de la humanidad; no se les suele ver trabajando “en la arena”, aunque haya honrosas excepciones.

En el campo de la investigación psicológica aparecen ya algunos autores que definen lo que llaman el bienestar psicoespiritual, como una experiencia subjetiva que incorpora salud emocional y reflexiones acerca del sentido de la vida, aunque con una visión por ahora bastante limitada. Otros autores entienden la espiritualidad como una dimensión que reúne actitudes, creencias, sentimientos y prácticas que van mas allá de lo estrictamente racional y material.

Se han elaborado diferentes instrumentos, como escalas o cuestionarios, en los que se pretende descubrir las necesidades espirituales a través de conceptos como: sistema de creencias espirituales, espiritualidad personal, integración en una comunidad espiritual, rituales, restricciones, implicaciones para el cuidado médico y planificación de últimas voluntades. Los estudios en el área de salud con diversos tipos de pacientes demuestran que la fe otorga fuerza, se asocia a actitudes positivas y sirve de apoyo a pacientes con graves enfermedades, y les ayuda a vivir con mas sentido y esperanza.

La humanidad es profundamente espiritual e innatamente religiosa. Los seres humanos tenemos una tendencia innata a la sana religiosidad, hacia la espiritualidad, que sólo se ve anulada por los malos ejemplos de personas supuestamente religiosas. Somos bondadosos por naturaleza, cuando nuestras mentes no están distorsionadas, ni nuestra visión afectada por la falsa enseñanza de los intereses egoístas y materialistas, de la propaganda política consumista y de los enfrentamientos raciales o religiosos.

Todos buscamos la unidad de una manera innata. Deseamos formar parte de la existencia porque somos almas. Todos buscamos la unidad, aunque no seamos plenamente conscientes de ello. Cada átomo del universo está unido con todos los demás átomos. La unidad es la naturaleza esencial de nuestro ser. La humanidad es una. Lo espiritual no conoce fronteras, y ve a todos como uno. La unidad forma parte de la esencia de la vida.

Intentar aislarse del mundo es un espejismo y una lucha imposible, porque se lucha contra nuestra propia naturaleza, y nada bueno puede salir de una lucha contra sí mismo. Sin embargo no debe confundirse la tendencia al aislamiento, con el recogimiento de un retiro, o la práctica de la soledad en determinadas ocasiones que, cuando se realiza en armonía, produce mas amor a los demás y mas energía y predisposición para servir.

Muchas personas buscan un guía que les muestre el camino espiritual, y en esa búsqueda sincera corren el riesgo de convertirse en un “seguidor”, en alguien que busca a un ser supuestamente mas elevado que le aconseje y le diga lo que debe hacer. Ningún ser elevado haría eso, no infringiría tu libre albedrío. Nadie tiene el derecho a robarte las lecciones que el destino te tiene reservadas, y no se llega muy lejos abandonando tu capacidad de percepción, de criterio y de decisión en manos de nadie, por muy elevado que sea. Cuando te conviertes en un seguidor creas una bloqueo en tí mismo. Si además trasladas tus creencias intentando adoctrinar a los demás, creas un ismo, y te estancas. Es ser lo que somos lo que importa y las enseñanzas sólo están para ayudarnos, no para encajonarnos y cerrar las puertas a la expansión de nuestra conciencia, que es la estela del camino espiritual.

El amor, la compasión, vivir en armonía, no tienen porque estar relacionados con una religión o un determinado sistema de creencias.

Para algunos, la búsqueda espiritual consiste en ir de una escuela a otra sin comprometerse con nada, como si fuera un hobby, o un simple pasatiempo. Otros buscan maestros y formar parte de un grupo privilegiado de la nueva era. Ningún verdadero instructor de la nueva era reuniría a un grupo a su alrededor exigiendo lealtad y obediencia, ni cerraría la puerta a otros aspectos de la verdad, sino que ofrecerá la enseñanza y se considerará nada mas que un simple estudiante con algo que puede enseñar, sólo en la medida que lo ha experimentado e integrado en su ser. A los ojos de la sabiduría de un verdadero Maestro sólo existen seres humanos en diferentes etapas de desenvolvimiento. No existen “clases sociales espirituales”, y la edad que importa es sólo la del alma en evolución.

La espiritualidad humana va mas allá de cualquier sistemas de creencias. Busca la esencia y el sentido de la existencia, y eso es algo que ningún sistema de creencias puede limitar. No tiene sentido dividir a las personas en ateos agnósticos y creyentes. Ser o no creyente no cambia lo que eres en realidad. El alma no puede ser modificada por la forma de pensar de la personalidad, está en otra dimensión, lejos del alcance de la mente inferior.

Una espiritualidad laica puede ser la solución a este conflicto sin base. Lo laico acepta la pluralidad de nuestra sociedad, su complejidad y su diversidad, se enriquece de múltiples realidades y aspectos de la verdad. Una espiritualidad laica puede aprovechar lo mejor de todas las tradiciones, de la ciencia, de la observación de la naturaleza, de la psicología,...

Con respecto a la psicología oficial dominante, se hecha en falta un enfoque mas abierto hacia el conocimiento del alma, desechado por considerarse no científico. El hecho de que no sea posible medir muchos aspectos considerados espirituales no significa que no existan o que deban desecharse. Sería mas lógico desarrollar nuevas formas de medida. No hay que olvidar que “psyque” significa alma: en el origen de algunas palabras está la raíz de su significado profundo.

La palabra espiritual significa la mejora activa de la vida para todos. Espiritual es todo aquello que lleva a un ser humano a un estado de vida mas elevado, sea en el plano físico, emocional, mental, y espiritual o del alma. Todo lo que vaya dirigido hacia la mejora de la humanidad es fundamentalmente espiritual. El sendero religioso es sólo un sendero, y no todo lo que es religioso es automáticamente espiritual. La palabra “espiritual” no se refiere a las cuestiones religiosas. Toda actividad que conduce al ser humano hacia un progreso de su estado actual es espiritual.

Ser espiritual tiene mas que ver con la capacidad de amar y servir al mundo y a los demás, que con las experiencias y estados místicos. Los estados de alteración de la conciencia pueden ser muy atractivos y placenteros pero no tienen una verdadera significación espiritual. Además están a un paso del espejismo. La paz interior profunda de un estado de contemplación no se expresa con experiencias, visiones, o percepciones similares.

La espiritualidad es el sentimiento de conexión que tenemos los unos con los otros y con el todo. Somos parte del mundo. Espiritualidad es estar en contacto con nuestro Ser. Ello nos lleva a estar permanentemente orientados hacia el servicio. Se trata de acciones, de hechos, y no de creencias; de un compromiso de participación en el mundo natural; de formar parte de la vida.

La espiritualidad no se relaciona con las iglesias ni con la religión organizada, que sólo son estructuras que supuestamente tratan de buscar lo espiritual, son escuelas destinadas a enseñar y es evidente que hoy día no han dado grandes frutos. Una conexión con lo espiritual puede tener lugar en cualquier parte, también en la iglesia, pero no por su organización o estructuración.

Es espiritual todo lo que tiende a la comprensión, a la bondad, aquello que produce belleza y puede conducir al hombre a una expresión mas plena de sus potencialidades y valores humanos.

Todo trabajo con móvil e intención correcta es espiritual. Todo lo de verdadero valor espiritual es persistente, imperecedero, inmortal y eterno.

La espiritualidad es un estado del ser y no un estado de realización. Es una forma de vivir con plena conciencia despierta.

Existe también mucha confusión con el concepto de “esoterismo”. El esoterismo no es una religión, es la búsqueda de algo que permanece oculto por ahora. El esoterismo es la filosofía, o la ciencia, del proceso evolutivo. Trata de la evolución de la conciencia, no de la forma física. Lo que es esotérico se convierte gradualmente en exotérico. El esoterismo puede ser visto como la filosofía del proceso evolutivo, y el ocultismo como la ciencia de las energías que llevan ese proceso. Oculto hace referencia a “velado”, no a algo oscuro, malo o endiablado. El misterio no existe en la enseñanza esotérica.

El primer paso para acercarse y captar el esoterismo consiste en tomar conciencia del mundo de las energías y reconocer que detrás de todo lo que acontece en el mundo de los fenómenos y sucesos, existen distintas corrientes de energía, que condicionan todas las formas de vida. Se trata de captar la naturaleza de las energías que tratan de condicionarte y que se expresan en el plano físico a través de los cuerpos. La tarea consiste en aprender a discriminar entre los diversos tipos de energía y relacionar lo que se ve y experimenta con lo invisible, lo que condiciona y lo que determina.

La meta del ser humano consiste en alcanzar la conciencia de la naturaleza del alma, medio por el cual siempre actúa el aspecto Espíritu. Es innecesario considerar aquello que está mas allá del contacto con el alma. Cuando llegue ese momento libre de espejismo y de ilusión será el propio alma el que facilite la comprensión y dirija la vida en los planos de expresión. Todo lo que merece la pena hacer es captar el hecho de que existe un mundo por conocer, que aún no esta al alcance y no puede ser comprendido, y tener la plena confianza en que prevalece una vida que compenetra y anima al alma y trata de utilizar la forma por la cual ella se expresa.

Hay dos caminos muy distintos en el sentido de búsqueda del ser humano: el que busca la felicidad en los bienes materiales, y el que busca evolucionar espiritualmente. El primero encuentra sufrimiento y decepción, el segundo vive con alegría interior y a pesar del dolor y las dificultades se acerca a las cotas mas altas de felicidad a las que puede llegar un ser humano en encarnación física, y ello es así porque permanece en el Ser espiritual, libre de espejismo y de ilusión.

Espiritualidad es establecer correctas relaciones humanas, basadas en el amor desapegado, y confiar en el enorme potencial del ser humano por alcanzar la libertad, la alegría de vivir y el establecimiento de un paraíso de paz en la tierra.