“La energía sigue al pensamiento”. El cuerpo etérico es vitalizado y controlado por el pensamiento y desde allí afecta a cada parte del cuerpo físico. El pensamiento dirige también a las emociones y la propia forma de pensar. Si además usamos la palabra todo el conjunto adquiere una consistencia difícil de cambiar, sobre todo cuando por el uso del pensamiento negativo hemos caído en un estado depresivo.
Hablar y pensar deberían ser nuestras acciones mas cuidadas.
El primer paso en el uso equilibrado del cuerpo mental consiste en aprender a pensar, y para ello es imprescindible descubrir las formas mentales habituales en las que se mueve la mente, localizando los hábitos mentales, y poder así llegar a saber por qué nos estamos comportando de cierta manera y el grado de condicionamiento en la elaboración de pensamientos.
Descubrir los condicionamientos mentales es un tarea ardua que exige flexibilidad y continua adaptación a los cambios de visión.
Para aprender a pensar se precisa una amplia desintoxicación y descondicionamiento mental. No es suficiente con cambiar de hábitos. Se necesita organizar la vida diaria con una intención enfocada en desmadejar la red pensamientos y emociones que dominan los cuerpos. Hay que aprender a vivir en el mayor grado posible de realidad, buscando la realidad permanentemente, viviendo el presente con sencillez, aprendiendo a vivir en el eterno ahora.
Como practicas para mantener una buena salud mental podemos trabajar con las siguientes:
- Practicar el Desapego de emociones y razonamientos bloqueados.
Es el baño de la mente. No es posible identificarse y estar separado de algo. Con discriminación y desapasionamiento dejar de apropiarse de los pensamientos que pasan por la pantalla mental
- Cuidar la elaboración de formas mentales.
Dejar de crear formas mentales negativas, inútiles y ofensivas. Observar como los pensamientos rumiativos se alimentan constantemente por la atención en sí mismos. Romper el círculo vicioso de elaboración de formas mentales y finalizar con el hábito de interpretar y juzgar todo de la misma forma. Dirigir el ínterés mental en otra dirección que no sea la de menor resistencia de lo siempre conocido. Dejar paso a nuevas formas de pensar.
- Entrenar el cuerpo mental.
Adquirir el conocimiento en forma ordenada con un entrenamiento serio y persistente. Acumular lo que le hace falta. Estabilizar la mente inferior con un inteligente control de personalidad y discriminación respecto al trabajo y al tiempo.
- Escuchar, a otras personas, a la música a los sonidos de la naturaleza, al silencio.
Practicar la Inofensividad:
Cautela en el juicio. Reticencia al hablar. Habilidad para abstenerse de toda acción impulsiva. Espíritu exento de crítica.
Pensar inofensivo: resultado: control de la palabra, ausencia de enemigos.
Reacción emocional inofensiva: resultado: apertura del canal para el aspecto amor del alma.
La acción inofensiva producirá equilibrio, capacidad en la acción y liberación de la voluntad creadora, favoreciendo las correctas relaciones humanas, evitando la separatividad y la crítica.
- Honestidad de mente. Pensar, decir y hacer la misma cosa.
Si eres verdadero y sincero con uno mismo: lo serás con tu divinidad.
- Creer y confiar. Creer en ser feliz, confiar que cada nuevo momento por vivir nos puede deparar vivencias inesperadas, percepciones, comprensiones y experiencias cargadas de espíritu de libertad.
- Pensamiento positivo: mantener la mente en positivo pase lo que pase, estando alerta, con un cierto control sin luchar, manteniéndose firme en el punto más elevado alcanzado. Mente abierta libre de fanatismo y disponible a adaptarse al momento presente.
- Usar el sentido común como base para una búsqueda sincera de la verdad, de la realidad. Cultivar el hábito mental de ver lo invisible en la realidad visible, de penetrar superficies, de ver a través de las cosas su fuente de origen.
- Tener Paciencia y Esfuerzo persistente. Desarrollar la habilidad para aquietar el cuerpo mental con la claridad mental que da la calma y la disposición para mantener el esfuerzo en aquello que se pretende conseguir.
- Hablar con el corazón.
- Dejar de anticipar: liberar las preocupaciones. Ninguna preocupación es capaz de adivinar el futuro, y es el estado en el que más difícil es resolver un problema.
- Correcto uso de la atención: cortocircuitar el mecanismo de la depresión por falta de atención. Olvidarse de sí mismo. Dirigir la atención fuera de la absorción en sí mismo.
- Practicar el Sentido del Humor. Dulcifica las preocupaciones y las reduce al absurdo. Reduce la tensión. Reajusta el sentido de proporción. Es una forma de mimar al cerebro
- Lecturas positivas. “Lectura espiritual”
Practicar el estudio, la reflexión, y la buena lectura. Leer con atención, con sencillez, evitando que la conciencia vaya sin rumbo de un lado a otro.
- Vivir el presente, vivir sólo en el eterno ahora.
La mente correctamente empleada es la llave del reino del Alma.
PIENSA BIEN Y ACERTARAS